Análisis de SteamWorld Heist

Ya están otra vez aquí los Steambots de SteamWorld Dig. Pero no son exactamente los mismos, no son aquellos robopaletos del medio oeste preocupados por sus minas, su polvo y su agua. Han pasado muchos años desde aquella historia, aquel planeta ni siquiera existe, pero el universo sí es el mismo. Sobre ese tapiz se dibuja SteamWorld Heist, un juego de acción táctica por turnos con muchas particularidades más allá de su mundo oxidado.

No sabríamos si decir que se parece más a un Xcom rebajado o a un Worms complicado. Para ponerse en situación el título lanza directamente nada más arrancar un vídeo animado producido para aprovechar al máximo el efecto 3D de Nintendo 3DS, acompañado de uno de los temas que el grupo Steam Powered Giraffe ha creado para la ocasión. Al final te das cuenta que tu personaje principal es el capitán de una vieja nave interespacial, aunque durante cada nivel vas a ir controlando a varios robots que representan los distintos tipos de unidades.

El modo historia es bastante largo, de unas veinte horas (de ahí su precio, dicen). Incluye tres mapas extensos por explorar con un tipo distinto de enemigos cada uno, pero al final las cosas se acaban mezclando y las rutinas se alternan, obligando a modificar la estrategia. Hay ocasiones en las que debes pensarte bien el siguiente movimiento, aunque también tienes la opción de cambiar la dificultad en cualquier momento a cambio de ganar menos puntos de experiencia. Además, al terminar se desbloquea el modo New Game+, en el que arrancan con todos los personajes desbloqueados y todos los sombreros coleccionados. Cuanto mayor es la dificultad, más divertido se vuelve porque castiga mucho más cualquier error de cálculo o de ejecución. Ser derrotado tampoco es un gran problema porque lo único que pierdes es "agua", la moneda de cambio en este mundo seco, y siempre puedes conseguir más repitiendo algunos de los niveles anteriores.

El sistema de combate está simplificado al máximo gracias a su presentación en 2D lateral. La mecánica básica consiste en avanzar por los escenarios disparando a los enemigos que con las armas al mismo tiempo que encuentras alguna cobertura para no resultar herido. El turno incluye dos acciones, moverse y/o atacar, que quedan definidas por una línea de color amarillo o azul bajo los pies del personaje. Pero los disparos no son automáticos sino manuales y además rebotan en las paredes. Ese elemento tan sencillo es el que define todo el título porque los niveles, retorcidos y pasilleros, están pensados para que haya que hacer un buen uso de las carambolas si se quiere salir airoso de las batallas. Pero también significa que el riesgo de provocar fuego amigo es muy alto, sobre todo porque el tiro no es una línea recta sino que los robots se balancean como si de un efecto de respiración o de cansancio de brazo se tratase. El timing es básico.

A medida que avanza la partida vas consiguiendo más miembros para tu tripulación. Hay nueve Steambots distintos como el francotirador, la unidad de asalto, el soldado pesado o el de la escopeta. La clase de cada uno determina qué tipo de armas va a poder utilizar, un arma principal que después pueden ir acompañadas de un par de elementos más en dos huecos de libre equipación en los que pueden ir granadas, armadura o incluso una pistolita auxiliar. Dependiendo de la misión se podrán llevar más o menos robots al combate, siendo el mínimo uno y el máximo cuatro.

Una de las cosas que más nos han gustado de SteamWorld Heist es que no hay una amalgama de estadísticas. En realidad, cada vez que un personaje sube de nivel desbloqueas un ventaja, una habilidad o mejoras una de las ya existentes. Nada más. Pero la subida es lenta y progresiva por lo que puedes llegar a terminar el juego, por ejemplo, con solo 12 puntos de vida, y esos te los ventilan en cuanto tomas una mala decisión de colocación o te alcanza la onda expansiva de un barril explosivo. Eso hace que, aquí, cuente cada punto de vida, cada bonus por un buen tiro en la cabeza o cada vez que flanqueas con éxito. Y eso que hace que las decisiones inteligentes y los tiros precisos se vean aun más recompensados. O, por el contrario, que los fallos sean más evidentes para poder ser corregidos cuando la cagas.

Las capas de táctica y de estrategia de este trabajo de Image & Form nos han llamado tanto la atención que obligan a dejar en segundo plano su estética. Pero no podemos dejarla pasar porque tiene un estilo artístico muy bello que además queda perfectamente realzado en Nintendo 3DS. Es óptimo para el tamaño de sus pantallas y además funciona bien con el 3D, aunque como siempre es gusto de cada cual decidir si lo deja activado o no. Más allá de ese vídeo inicial con el que te saca la primera admiración, en el juego hay poco más de este estilo. Lo que sí lleva dentro es un trabajo de sonido de alto nivel gracias a los efectos, a las melodías ambientales y a un álbum completo compuesto por Steam Powered Giraffe cuyas canciones van sonando en los distintos bares que hay que visitar. Es un trabajo profesional que incluso se puede comprar por separado. Gráficos y audio, ambos están perfectamente cohesionados y ayudan a construir una premisa muy creíble de la existencia de ese universo steampunk.

Es difícil encontrarle fallos, y si hay una pega o algo en lo que no nos hemos sentido tan cómodos es por la falta de libertad a la hora de explorar los mapas ya que todo es prácticamente lineal. El guión tampoco nos ha llamado demasiado la atención, ni esa forma de soltarlo dentro de las misiones. Y, por último, el sistema de generación procedural de niveles es muy sencillo y lo único que hace es reordenar las habitaciones un poco.

Si estás buscando un juego de estrategia por turnos único y son sabor propio ya lo has encontrado y se llama SteamWorld Heist. Por cantidad y por calidad sobresale entre los títulos de formato descargable y es perfecto para Nintendo 3DS.