...y entonces hubo una explosión.
No quiero estropear la sorpresa, pero creo que esas son las palabras claves para resumir Knytt Underground. Esta frase, de hecho, la pronuncia Nicklas Nygren, el creador del juego y su narrador. Así es: el juego está llevado por el propio Nicklas, quien emplea los instrumentos narrativos más básicos (los giros) para completar cada nivel de una forma casi injustificada, llegando tan lejos como para prometer al usuario que el próximo nivel será aún mejor que el anterior. Además, su trabajo empuja al jugador a atravesar una representación física del propio título del juego en el menú.
De ahí deducimos que Knytt Underground es un juego que puede producir múltiples orgasmos en las mentes de estudiosos de la semiótica y el postmodernismo, gracias a algunos de los aspectos con los que trata: auto-referencias, metanarrativa, intermedialidad. Lo último debido al hecho de que el juego, aparte de negarse a esconder su calidad de videojuego o querer tapar al autor, se inspira en una serie de cuentos ilustrados para niños firmada por la artista y escritora finesa Tove Marika Jansson, en particular en la obra Who Will Comfort Toffle, de 1960.
Knytt Underground, entonces, es un videojuego basado en un libro, narrado de forma terrible por el autor del videojuego (esto es aposta), protagonizado por una extraña niña afásica responsable de salvar el mundo. En resumen: es una fusión de estilos, trucos y diferentes lenguajes que, por suerte para nosotros, los jugadores, resulta en una experiencia increíblemente placentera.
Knytt Underground se puede definir como una aventura de plataformas dividida en tres niveles, cada uno de los cuales presenta una jugabilidad única. Prefiero no tratar los elementos que distinguen a cada nivel (quizás es una de las sorpresas más bonitas del juego), por lo que me centraré mejor en su gran escala.
Cada nivel es gigantesco. La exploración requiere mucho tiempo, y en ocasiones los pasos se ven bloqueados por complejos puzles que exigen un poco de talento y un manejo ingenioso de los controles. Respecto al sistema de control, tengo la sensación de que le falta un poco de precisión (en particular durante el segundo nivel), pero en cualquier caso los puntos de reaparición están bien calibrados, y después de fallar es posible volver a empezar poco antes de un salto complicado o de un pasaje especialmente tortuoso.
Pese a la presencia del autor como narrador omnisciente, gran parte de la historia se relata mediante las aventuras de la protagonista (quien, como decíamos, no puede hablar) y los personajes que se encuentra: moradores del inframundo, hadas, pequeños hombrecillos cínicos y pretenciosos. Algunos de estos personajes le asignan misiones que puede optar por ignorar completamente. Aun así, siguiendo las misiones es posible descubrir partes del nivel que podrían pasar desapercibidas, desvelando otros puzles y algunos retazos de genialidad en el diseño de niveles, además de sacar una idea más clara de la mastodóntica escala de este pequeño juego descargable.
El estilo artístico también está inspirado, más remotamente, en las ilustraciones de Tove Jansson, pero con un giro oscuro y grotesco. Algunas escenas son reminiscentes de los films más recientes de Tim Burton, mientras que otras podrían recordar a los dibujos de Maurice Sendak, autor de Donde Viven los Monstruos. En una palabra: formidable. En la versión PS Vita del juego también se puede interactuar con los elementos del fondo, usando el panel táctil trasero. Es un toque de clase tan inútil como gracioso.
Finalmente, el sonoro es probablemente el aspecto más bello del juego. La atmósfera que genera es extraordinaria, capaz de llevar al jugador a un nuevo mundo en sólo unos minutos. Hay que jugar a Knytt Underground con un buen par de auriculares, mejor si te aíslan del mundo exterior.
No creo que Knytt Underground sea un juego perfecto. Sus problemas de control han conseguido en repetidas ocasiones que no entendiera cómo solucionar un puzle, resultando en frustración. Sin embargo, el tamaño de la obra, su capacidad para sumergirme en otro mundo y, sobre todo, su habilidad para hacer un uso irónico de los arquetipos del lenguaje postmodernista, me han conquistado. Dale a esta pequeña joya una oportunidad. Bájate la demo. Te va a encantar.