Análisis de Paladins: Champions of the Realm

Si has oído hablar sobre Paladins: Champions of the Realm seguro que también has escuchado las inevitables comparaciones con Overwatch y las críticas de los troles de medio mundo, aunque la verdad es que ya se veía venir teniendo en cuenta su estilo colorido y que ambos cuadran bastante bien dentro del género hero shooter, pero hay ciertos elementos tales como la personalización de los personajes que hacen que Paladins sea distinto a otros títulos de disparos con héroes. El proyecto se ha ido perfeccionando desde su entrada en acceso anticipado en septiembre de 2016 y desde entonces los cambios han sido constantes, gracias en parte a los comentarios y valoraciones del creciente número de jugadores que, como nosotros, ya pueden disfrutar de la versión final.

Empecemos con un resumen de lo que ocurre al principio de cada partida. Primero eliges un héroe; después lo que se conoce como talento, es decir, un extra que incrementa el efecto o la potencia de una de tus habilidades; y, por último, escoges una baraja personalizada de cinco cartas con sus propios efectos. Cuando hayas terminado, aparecerás dentro de la partida para empezar a jugar.

El tener que elegir tantas cosas puede intimidar un poco a los nuevos jugadores e incluso llegar a ser un escollo para algunos de ellos. Si vas con la idea de que va a ser entrar y jugar, lo de escoger un talento y una loadout puede descolocarte un poco, motivo por el cual nosotros aconsejamos practicar antes de enfrentarte al resto de jugadores en línea.

El menú principal también puede impresionar un poco a los recién llegados, porque encontramos en él las recompensas diarias, las misiones, los Pases de Batalla y la tienda, pero como con todo, con el tiempo te das cuenta de que solo son opciones para dar más vida a la partida. Las misiones, por ejemplo, permiten obtener puntos de experiencia adicionales y monedas para gastar en la tienda, mientras que los Pases de Batalla ofrecen premios cada semana, aunque tendrás que pagar por ello (los jugadores de Fortnite ya estarán familiarizados con este modelo).

La tienda, por su parte, también ofrece muchos contenidos, como por ejemplo el Paquete de Campeones por 29,99€ que desbloquea todos los campeones (personajes) actuales y futuros, el Pase de la Temporada por 39,99€ para obtener todos los Pases de Batalla del año y la edición Digital Deluxe por 59,99€ que contiene los dos anteriores. Además, también contamos con distintos skins, monturas, sprays, anunciadores, poses y demás contenido por desbloquear, así como los cofres que contienen todos estos objetos. Respecto a esto, aunque no vamos a entrar en el debate de las loot boxes, sí tenemos que decir que no se trata de un pay-to-win, ya que en todos los casos se trata de compras superficiales.

En relación con el pay-to-win, muchos acusaron al sistema de cartas que se introdujo el año pasado de seguir este modelo, pero después del lío que se montó este sistema fue eliminado hace unos meses, y ahora lo que hay es un método de composición de la baraja que permite adaptar tu personaje a tu estilo de juego. Los talentos, por ejemplo, se desbloquean de forma gratuita ganando puntos de experiencia y avanzando en el juego, mientras que con las barajas puedes distribuir hasta 15 puntos entre las 5 cartas para crear una combinación a tu medida según los bonus de cada carta. El hecho de que las cartas sean gratuitas hace que este sistema sea mucho mejor que el que anteriormente fue acusado de pay-to-win, y además permite personalizar por completo tu forma de jugar según tus propias preferencias.

Ahora que ya hemos hablado de la estructura y de los extras de la versión final, ¿cómo es la mecánica? Bien, cuando inicias la partida puedes elegir entre los modos DeathMatch, Asedio o Competitivo, aunque al igual que en otros videojuegos de tiros tendrás que llegar a cierto nivel antes de entrar en este último. El de DeathMatch (duelo a muerte), que ya habla por sí solo, consiste en modos como el Team DeathMatch y otro en el que todos luchan por obtener el control de una zona del mapa. El de Asedio, por su parte, es como el modo Escolta de Overwatch (lo sentimos, era la comparación fácil), en el que los equipos intentan controlar una serie de puntos clave en el mapa antes de llevar una carga móvil a un punto concreto.

Estos modos no van a sorprender mucho a la mayoría de jugadores, pero la simplicidad es parte de su encanto. Después de elegir tantas cosas antes de empezar, cuando ya estás en la partida la mecánica es bastante sencilla, lo que permite a los usuarios saber fácilmente lo que están haciendo, tengan el nivel de habilidad que tengan. Incluso los novatos, si encuentran un héroe con el que estén cómodos, pueden encabezar la clasificación en su primera partida, por ejemplo.

Cuando la cosa se pone difícil y te enfrentas a jugadores experimentados entra en juego la composición del equipo. Los héroes se dividen en las clases de Recipiente, Flanco, Daño y Asistencia, y la única forma de conseguir buenos resultados es equilibrando tu equipo. Hay campeones como Fernando (un Recipiente) que te serán útiles para defender un punto del mapa con su escudo, mientras que otros como Androxus o Lex (Flancos) son los mejores para estar cerca de los enemigos y proporcionar un golpe rápido. De nuevo, nada muy complicado para los que ya hayan jugado a títulos de disparos, especialmente los de héroes, pero no está de más mencionarlo, porque añade otra capa de profundidad a todo el asunto.

En cuanto a los campeones en sí, nos ha encantado experimentar con ellos y ver toda la variedad con la que contamos. Nuestro favorito, por ejemplo, es Mal'Damba, que dispara a través de una serpiente y, al recargar, tira la serpiente usada a los enemigos para aturdirlos. Tanto visualmente como en términos de opciones dentro de combate hay una enorme diversidad de opciones para elegir, y en todo el tiempo que hemos jugado no hemos tenido la sensación de que hayamos elegido a uno más que a otro ni de que hubiera ningún desequilibrio, gracias seguramente a todo el tiempo que ha estado disponible la versión beta.

Cada personaje tiene cinco habilidades: el ataque básico con R2, una habilidad de movimiento (como un lanzamiento o una finta) con R1, dos habilidades varias con L1 y L2 y un ataque especial con el triángulo que necesita un tiempo para recargarse (por si no te has dado cuenta todavía, hemos estado jugando sobre todo en PS4). El hecho de que cada personaje tenga las suyas abre un gran abanico de opciones; por ejemplo, la habilidad L2 de Kinessa cambia su rifle a modo francotirador, de forma que puede asistir mucho mejor desde largas distancias.

La presencia de cinco campeones distintos corriendo por la pantalla y lanzando ataques llenos de colores hace que los combates a veces sean un poco caóticos y frenéticos, pero a la vez esto ayuda a que la partida sea más absorbente, sobre todo cuando todos los jugadores están luchando para controlar los puntos de captura. Los mapas, por su parte, también están diseñados de manera inteligente, con zonas muy estrechas que obligan a que todo el mundo esté muy junto y diferentes caminos para que se luzcan los Flancos, pero la verdad es que algunos mapas (como el Distrito Comercial) nos parecieron demasiado grandes y sin mucho sentido, porque a veces nos veíamos dando vueltas y pensando dónde se habrían metido los demás durante los duelos a muerte por equipos.

Está claro que cada campeón funciona de forma distinta, pero en lo que respecta al uso de armas en general, nos dio la sensación de que todo era como tenía que ser, es decir, que las armas eran fáciles de controlar y, además, cada una de ellas ofrecía una sensación diferente. Las más lentas, como las pistolas de Pip que disparan pociones, eran muy ligeras; mientras que las más grandes como los misiles de Drogoz daban la sensación de ser más pesadas. Cada arma tiene sus ventajas y sus desventajas al igual que ocurre con los propios personajes.

En resumidas cuentas, hemos disfrutado mucho de Paladins, sobre todo en el momento en el que le pillamos el truco, supimos con qué personajes nos sentíamos cómodos y con cuáles no, y entendimos las sutilezas de los mapas. No siempre es perfecto, y es una pena que las comparaciones con el Overwatch de Blizzard sean constantes, pero teniendo en cuenta que es gratis te recomendamos que le des una oportunidad, porque estamos seguros de que te va a encantar.

De cara al futuro, tenemos muchas ganas de ver cómo va a ser el modo Battleground al estilo Battle Royale. Aunque ya está disponible en beta abierta, pronto tendremos acceso al modo extra, ya sea de forma independiente o mediante una actualización, lo que se traduce en nuevas formas de disfrutar de la mezcla de héroes de Paladins mientras que luchan por encontrar cartas, enemigos y cofres en un espacio cada vez más pequeño. Por ahora nos vamos a quedar con lo que tenemos y vamos a intentar pulir un poco más nuestras habilidades.