Os perdonamos si os habíais olvidado de este Forgotton Anne (escrito tal cual) y os habéis reenganchado a él ahora tras ver la nota del análisis, porque a nosotros nos pasó lo mismo hasta que recibimos la copia de review hace unas semanas. Pero este proyecto presentado en 2016 no puede pasar desapercibido porque es uno de los mejores juegos que hemos probado en lo que va de año.
Tomemos una foto general. Inaginad un mundo en el que todas las posesiones materiales que perdéis o tiráis se transportan a un mundo en el que cobran vida y se integran en su propia sociedad gracias a una sustancia misteriosa llamada anima. Un proceso siempre vigilado por un humano llamado Master Bonku, uno de los creadores de este lugar poblado por estos objetos vivientes conocidos como Forgotlings. El jugador no se mete en su piel, sino en la de su ayudante humana llamada Anne, The Enforcer, la que imparte justicia.
Todo empieza con una información preocupante, la noticia de que un grupo de Forgotlings rebeldes están destruyendo cosas para de romper el vínculo de Bonku con el mundo real, porque había prometido utilizarlo para devolverles allí a seguir siendo usados como antes. Ambos viven en una torre, una fortaleza bien defendida que hay que visitar en escenarios de movimiento lateral con un diseño metroidvania que se van revelando poco a poco a medida que las mecánicas jugables crecen. Su paleta de colores también recuerda a este estilo de juegos de aventura más que a un plataformas tradicional, el otro género del que bebe mucho.
Los controles básicos son correr y saltar, pero también hay una herramienta adicional, un aparato que lleva en su muñeca que es capaz de dar y de quitar anima, e incluso de almacenar una en su interior. No hay que pensar solo en cómo afecta a los personajes que han cobrado vida, sino también en toda esa maquinaria que hay esparcida por este mundo de corte industrial. Hay que entenderlo tal y como es, Anne tiene capacidad de quitar y de dar vida, aunque sean objetos.
El diseño de este mundo a explorar es impresionante. Se presenta casi como un único lienzo, prácticamente sin pantallas de carga, y al mismo tiempo es extremadamente lineal porque solo hay un camino por el que ir. Y, sin embargo, nunca te hace sentir atrapado ni alienado. Te lleva por ese camino con gran naturalidad, con unas guías muy sutiles que impiden que te pierdas demasiado pero no te hacen sentir inútil, y con unos detalles ambientales como unas luces que te fuerzan a afrontar zonas nuevas.
En cuanto a los puzles, no tienen un nivel de dificultad ni una complejidad exagerada que te hagan pasar mucho tiempo atrapados en ellos, pero son suficientemente elaborados como para cortar el ritmo sin que moleste el parón. Partiendo de la base de que suelen ir de dar energía a las máquinas o de arreglar lo que han ido rompiendo los rebeldes, forman parte de la experiencia narrativa y cobran sentido automáticamente. Dejan de ser puzles en un videojuego para convertirse en retos de escenario a consecuencia de lo que ocurre en el mundo.
Al principio nos chocó bastante que en Forgotton Anne no hay ni combates ni forma alguna de morir, pero después descubrimos la magia en torno a este rasgo del diseño, porque al final el juego ha sido construido con mucho esfuerzo para que se convierta en una aventura que nunca para, nunca se interrumpe. Sin tiempos de carga y sin pantallas de Game Over, lo único que te queda es seguir avanzando con esas alas que Bonku creó para ti cuando eras una niña pequeña y descubrir nuevos lugares a los que acceder. Siempre estás moviéndote de un sitio para otro y nunca te aburres.
Lo más probable es que lo primero en lo que se fije la gente al ver este juego sea, precisamente, en su aspecto visual, porque recuerda bastante a algunas de las maravillas de Studio Ghibli como El viaje de Chihiro. Sobre todo en lo que respecta al diseño de Anne. Y no es ningún secreto que sus creadores se han inspirado en la tradición de la animación japonesa. Sin embargo, no han logrado alcanzar el punto de maestría ni de detalle de esos grandes expertos y hay elementos bastantes toscos, sobre en lo relativo a los Forgotlings. Pero no hay que confundirse, es bonito.
Esa impresión general queda en el subconsciente gracias al trabajo que hacen los escenarios y los fondos, algunos de ellos transitables gracias a los movimientos en 2,5D de algunas secciones. El mundo en general es lúgubre y carente de color, excepto por algunos lugares de los que no vamos a hablar, pero no por ello es feo porque encuentra la grandiosidad en los apabullantes edificios y en las grandes alturas que te hacen sentir diminuto. Otra forma de demostrar el mimo es comprobar cómo van evolucionando los entornos a medida que progresa la historia, dejando como resultado unas composiciones impresionantes. Todo bien trasladado técnicamente, con animaciones fluidas.
Es un estilo que se extiende también al rango de actores implicados. Hay una selección de acentos (en inglés, no está traducido al castellano) para dar voz a los objetos que imita la multiculturalidad de una ciudad. Quienes dominen el inglés podrán descubrir cómo norteamiercanos, australianos o británicos corresponden a personajes con características concretas. Al final, Forgotton Anne se comporta como un gran tapiz en el que se cuenta una historia mediante fragmentos diferenciados pero indivisibles.
La cruz de este mundo con encanto está en entender a qué se debe su existencia. Porque todos estos personajes, especialmente los Forgotlings, son reales y creíbles como portadores de un mensaje de inseguridad y miedo. Viven, o sobreviven, entre la idea de ser olvidados para siempre y el rencor de haber sido creados solo como útiles con un objetivo de uso. Al igual que pasa con los trabajos de Ghibli, en este videojuego hay una historia enternecedora y podemos afirmar que su final es muy bueno.
Y no es un viaje fácil para el jugador, porque por el camino se va a encontrar con decisiones que van a reflejar su ética y su moral. Son esos 'objetos' tal cosa o no; deben tener sus propios derechos toda vez que se agitan con el ánima y cobran vida o la fragilidad y la futilidad de su existencia se los niegan. Decisiones que van afectando al relato, y ya sabemos que esta mecánica no es nueva, pero el enfoque de aplicárselo al valor de la vida es bastante fresco. Como un cuento de hadas en el que te das cuenta por fin de algo que lleva tanto tiempo delante de tus narices, hay un mensaje que pueden aprender jugadores de todas las edades. Que no se nos olvide esto, ya que el título es muy recomendable para vivirlo en compañía.
Forgotton Anne es una experiencia magnífica de la que esperamos seguir hablando durante todo el año y un buen boca a boca. ThroughLine ha logrado unir una aventura muy bien diseñada y construida con un estilo artístico atractivo y una historia que engancha y que llega. Candidato a la escena indie del año, esperamos que os guste.