Análisis de Lego City Undercover

Chase McCain, el protagonista del juego, es un tipo polifacético y multitalento. Su habilidad más evidente es la soltura con la que pronuncia frases chorra y chistes malos. Se pone y no para; es una chorrilera incesante de juegos de palabras, ironías, bromas, ocurrencias, salidas sarcásticas y coñas varias. Aunque algunas pueden sonar algo tontorronas a oídos adultos, también hay sonrisas sinceras de sobra para compensar. La audiencia objetivo principal de Lego City Undercover, los chavales, se lo va a pasar pipa.

La historia y el guión tienen un gran toque Pixar. Caímos en la cuenta durante la escena en la que McCain aprende Kung Fu con solo escuchar sus auriculares, antes de pelearse con un fontanero a tiempo parcial en un combate al más puro estilo Matrix. A lo mejor los más pequeñajos no tienen ni idea de dónde viene, pero es lo bastante tonto como para que se partan de igual modo, mientras que los más creciditos agradecerán la sucesión de guiños a películas clásicas y personajes icónicos.

Aquí no hay una licencia peliculera para capturar aún más fans, pero Lego City es una marca fuerte por sí sola, y también habrá atractivo adicional con las cajas de juguetes Lego relacionadas. Considerada en ese sentido, no parece una proposición arriesgada. Si bien los adultos encontrarán diversión de sobra, Undercover está dirigido firmemente a los más jóvenes, y no tenemos ninguna duda de que dará en el clavo con esa audiencia.

Una de las grandes bazas de Undercover es el entorno de estilo mundo abierto que contiene la acción. No es descomunal, y la familiaridad cala poco a poco según exploras el decorado, pero aun así pasan un montón de cosas para mantenerte ocupado más allá de la trama principal en la que Chase va de encubierto ('undercover') para detener a un criminal fugado.

Puede que el tamaño del mapa no aumente una vez liberado en la misión principal, pero sí con el acceso a sus desafíos, pues durante el transcurso del juego desbloqueas nuevos trajes que te otorgan las habilidades necesarias para alcanzar ciertos retos no disponibles de primeras. Existen ocho en total, desde el disfraz de ladrón con su palanca de hierro y su pistola que altera el escenario, hasta el de granjero, que permite regar plantas para provocar plataformas o disparar gallinas que también sirven para planear (¿otro guiño?).

Los primeros juegos de Lego eran, en ocasiones, dolorosamente lineales y sencillotes, y aunque los puzles aquí no sean demasiado duros, cambiar entre los distintos trajes es esencial para progresar. Mantiene el interés en los rompecabezas, si bien algunas de las soluciones se identifican a la legua.

Undercover bebe mucho de títulos como GTA, pero hay otras influencias geniales que no se pueden esconder. A veces estarás escalando y corriendo libremente como Ezio, o descolgándote desde posiciones elevadas como Batman en Arkham Asylum. Algunas secciones de plataformas también son bastante complicadas, y pese a llegar a frustrar una o dos veces, agradecimos el desafío que presentaron.

A diferencia de otros juegos de mundo abierto, y como cabría esperar de un juego de Lego, la violencia se convierte en coreografía de dibujos animados. El combate es todo puñetazos cómicos y alguna pirueta, con los enemigos saltando por los aires cual serie de TV de acción de los 90. La verdad es que las peleas son muy divertidas, aunque no sean particularmente exigentes. Conducir por ahí y deshacerte de los peatones es otra actividad no letal, con los ciudadanos de plástico saltando para quitarse de en medio en cuanto detectan el peligro. Las opciones de transporte se presentan en otra buena mezcla, desde coches y bicicletas hasta barcos y helicópteros, pasando por varias monturas como los caballos.

Moverte con Chase McCain por esta ciudad inspirada en San Francisco es un proceso directo y sencillo, y además el Wii U GamePad siempre está preparado para ofrecer asistencia. Un mapa en su pantalla ofrece las distintas direcciones de un vistazo, mientras que otros personajes aparecen de forma regular para echar un cable y apoyar durante las distintas misiones. El mando-tableta se usa para escanear el escenario, tomar fotos y grabar audio, funciones bien implementadas y fáciles de usar.

El juego de piezas y muñecos cobra vida gracias a los personajes, y el trabajo de actuación de voz (también en español) es muy bueno. Además, como decíamos, algunas de las frases son desternillantes y las pronuncian de forma ideal para todos los públicos. Un gran cambio para la franquicia fue la reciente introducción de personajes con voces (aunque en El Señor de los Anillos se quedó en inglés). Es algo que marca una gran diferencia, permitiendo a TT la oportunidad de explorar la narrativa de numerosas e interesantes maneras. Si los gruñidos funcionaron en Star Wars, juego en el que la historia era de sobra conocida, no habrían sido suficientes para Undercover.

La banda sonora también es decente, bebiendo aún más de las películas parodiadas que conforman la historia. Los de cierta edad y conocimiento cinéfilo reconocerán notas de la setentera Shaft o incluso un tema que recuerda totalmente a Cadena Perpetua y que por supuesto provoca otra sonrisa.

Luce como se espera que luzca un juego de Lego hoy en día; decente, bien animado y lleno de piezas. No se encuentra demasiada diferencia entre el acabado y otras entregas de la serie en la generación que acaba, pero dicho esto, ya no compramos estos juegos por sus espectaculares gráficos, de modo que importa más bien poco que no se vea 'next-gen'.

Y no hay co-op o juego a dobles, esto es partida en solitario puro y duro, lo que parece una oportunidad desaprovechada. Considerando la de momentazos que hay en el guión, jugarlo con uno de tus pequeñajos habría sido una opción del todo bienvenida. Según está, tendremos que conformarnos con sonreír de satisfacción mientras les vemos jugar. La otra opción es turnarse o quitarle el GamePad y jugarlo tú solo, pero teniendo en cuenta el diseño de mundo abierto y la jugabilidad sencillota, no es tan recomendable; hay muchos otros juegos en el mismo género más adecuados para la partida profunda en solitario. Eso sí, el juego entero merece la pena casi sólo por ese gran guión, aunque hay que tomárselo con el desenfado de una película familiar. Finalmente, si te encanta buscar todos los bloques y eres todo un fan de la serie de TT, no deberías ni leer esta crítica: ve a por él.

Es encomiable que la diversión se mantenga de principio a fin de la campaña de más de doce horas. Y luego hay una buena ración de contenido para que los jugadores vuelvan una y otra vez. Como otros juegos de estructura similar, existen una plétora de desafíos a encontrar desperdigados por el mapa que seguro engancharán a los jugadores más dedicados. El humor de la historia, envuelto por una enorme ración de contenido, convierten a Lego City Undercover en un juego perfecto si quieres entretener a los críos durante las vacaciones... y en el último grito para los Lego-maníacos adultos.