Análisis de Guacamelee 2

Guacamelee! es uno de esos juegos indies que se han hecho un nombre. Molón, alegre, atractivo, bien diseñado, divertido de jugar. Lo tenía todo y además llegó justo en el momento en el que los pequeños estudios se pusieron tan de moda y tiraban del carro creativo del sector. Pero aquella historia terminó y Drinkbox Studios se ha planteado con mucha calma el retorno del héroe Juan. ¿Cómo superarlo? A ver qué tal con mundos paralelos que trae Guacamelee 2.

En la peor línea temporal de las posibles, Juan fue derrotado por Galaca y nuestro adversario, Salvador, se ha convertido en el héroe, por desgracia. Sin embargo, para superar su enfermedad, se ha dedicado a buscar el guacamole divino, que dice que otorga un poder infinito. Para lograrlo, Salvador se ha rodeado de tres indeseables que le están ayudando con la búsqueda de las reliquias legendarias que necesita. Así que el Mexiverso está otra vez al borde del abismo y solo el auténtico héroe puede evitarlo, aunque sea renunciando a la línea temporal en la que descansa en paz. ¿Quién mejor para hacerse cargo que nuestro luchador?

Si jugasteis al original de 2013 no hace falta mucha introducción de su estilo porque es el mismo. Estamos ante un juego de acción y plataformas 2D con muchos elementos clásicos, que tiene como gran novedad un multijugador cooperativo solo local que nos permite invitar a tres personas más a acompañarnos frente a la pantalla. Suena raro no tener juegos con online a estas alturas en PS4 y PC, pero como va dirigido a gente con mucha experiencia, cuando uno no es bueno la cosa se complica.

Porque para poder avanzar por los caminos más difíciles hay que saber jugar y hacerlo bien, ya que Guacamelee 2 emplea varios tipos de ataques combinados con movimientos, y todo en instantes muy precisos. Es juego para pulsar muchos botones y tener los dedos ágiles, porque quienes no tengan destreza o no vengan con ganas de practicar se van a encontrar con paredes y muros que pueden parecerles insuperables desde bien al principio de la aventura. Quien ha diseñado esto no pensaba en contentar a cualquier hijo de vecino.

Además, Guacamelee 2 también tiene su lado metroidvania. Cada cierto tiempo, los personajes van ganando habilidades que se utilizan en zonas del mapa por las que ya se había pasado antes porque con ellas se pueden desbloquear algunos secretos. Hablamos de doble salto, de balas de cañón y de algunos movimientos-pollo de lo más loco. Ah, claro, que nadie se olvide de que la otra mitad del gameplay es dejando la forma humana y jugando como una escurridiza ave de corral para escapar por pequeños recovecos y correr a toda velocidad.

Las habilidades no son solo para explorar y avanzar por estas enrevesadas pantallas, cuyo diseño es muy fino y planta el nivel de reto que los aficionados al género buscan. También son armas de combate que hay que emplear para poder seguir adelante contra unos enemigos que están lejos de ser unos panolis que esperan a que les peguen. Hay una buena cantidad que no se queda mirando a que les hagas unas llaves de lucha libre sino que plantan cara y se cubren con una especie de escudo en código de colores. Solo ciertos movimientos son efectivos contra ellos, así que nada de ir por ahí espameando siempre con el mismo botón. Para culminar de rematar un sistema muy bien equilibrado, hay una barra de resistencia autorrecargable que regula los ataques especiales.

Lo que más nos ha gustado de Guacamelee 2 es ese totum revolutum con otros juegos y géneros que va aflorando a cada rato. Nos encanta comprobar la habilidad de Drinkbox Studios para romper el corsé del género de plataformas y acción introduciendo elementos de todo tipo. Por ejemplo, en una parte del principio, Juan queda atrapado en una especie de mundo RPG tras cruzar un portal. De repente tuvimos que superar una fase táctica por turnos muy divertida. Pero no es la única referencia a otros títulos o tendencias, porque también las hemos visto a PUBG y Fortnite, a Street Fighter y, por supuesto, a Dark Souls.

Nos lo hemos pasado muy bien disfrutando de los saltos, las palizas y las transformaciones sin prestar muchísima atención a la trama, pero sin perder de vista el humor y el carisma, lo mejor es que hay un trasfondo bastante serio para quienes quieran interesarse por él. Pero como hay personajes locos saliendo de cualquier parte, algunos de ellos viejos conocidos, nunca pierdes del todo el hilo a la historia. Es quizá el salto entre mundos la mayor pega que le hemos encontrado, porque se hace un tanto pesado.

Sin intención alguna de reinventar la rueda, pero siguiendo su propio camino y siendo fiel a su estilo, Guacamelee 2 transmite frescura y atrapa en cuanto coges el mando. Ha sido un placer dejarse atrapar por esta bendita locura una y otra vez.