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Gunborg: Dark Matters

Análisis de Gunborg: Dark Matters

Hemos estado saltando a través de láseres y pinchos en un juego al que le habría venido de perlas durar tres veces más de lo que dura.

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HQ

Una enorme nave espacial se encuentra flotando en algún lugar del espacio exterior, llena de superficies puntiagudas, láseres y enemigos de gatillo fácil. Una pequeña guerrera se enfrenta a todo el sistema de defensa de esta nave, y resulta que esa guerrera soy yo. Equipada con una contundente espada láser, un escudo de rayos y una mochila que me permite hacer saltos triples, me embarco en lo que parece un intento de unir Super Meat Boy con Hollow Knight, con mucha ciencia ficción, sintetizadores y un inconfundible espíritu arcade. Gunborg: Dark Matters quiere ser muchas cosas, pero le cuesta estar a la altura de sus propias ambiciones.

El concepto de Gunborg es sencillo y ya se ha probado muchas veces antes en el amplio subgénero de los juegos de plataformas de desplazamiento lateral similares. Consiste en saltar, luchar y dispara a través de una pequeña plétora de niveles. Los recorridos disponibles son, en su mayoría, bastante simples y se pueden completar en unos minutos, haciendo de Gunborg un juego ideal si quieres entretenerte un rato, ya que se vuelve monótono rápidamente al enfrentarse a sesiones largas de juego. Desgraciadamente, no hay mucho desafío durante todo el juego, ya que sus niveles se limitan en gran medida a unas pocas salas en las que hay que maniobrar alrededor de superficies con pinchos o rayos láseres. También hay algún que otro enemigo ubicado en puntos estratégicos para que el progreso sea un pelín más complicado.

Gunborg: Dark Matters
En algunos sitios es difícil encontrar donde colocarse. Por suerte el triple salto siempre está disponible.
Gunborg: Dark MattersGunborg: Dark Matters
Los láseres son el principal obstáculo en Gunborg.
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El problema que tiene es que la dificultad rara vez se eleva tanto como para que Gunborg resulte verdaderamente gratificante. Los cambios en el desafío son mínimos y nunca se presentan nuevas mecánicas o habilidades, sino que hay que conformarse con el triple salto que tienes desde el principio. No es hasta los niveles finales cuando se nota un pico de dificultad, pero es algo ocasional que no parece para nada alineado con la curva de progresión previa. Claro que fue divertido llevar por fin el juego a sus límites, pero con un aumento tan impactante también llega una inevitable frustración, porque nadie te ha preparado para algo así. Además, cuando empiezas a acostumbrarte a estas partes más difíciles, el juego se acaba de repente. Tras 12 niveles. De locos.

Cuando Gunborg llega a la cresta de la ola, resulta bastante entretenido. Además de la espada, como ya he dicho, puedes manejar un escudo que refleja todo lo que se le lance. Conseguir moverte entre un grupo de enemigos mientras apuñalas y rebotas sus disparos es una sensación de lo más agradable. Los alienígenas derrotados también dejan sus armas láser para que las recojas y utilices hasta que se queden sin munición, y lo cierto es que añaden una capa extra de emoción al fragor de la batalla, aunque a veces resulten bastante difíciles de manejar. Si consigues matar a cierta cantidad de enemigos en una racha, sin recibir daño, puedes entrar en el modo "Materia Oscura" ("Dark Matter"), en el que se potencian las propiedades de las armas, volviéndote aún más peligrosa, hasta que te golpean. Esta mecánica mejora la experiencia, pero la naturaleza corta de los niveles significa que rara vez puedes usar este modo en profundidad, la diversión se acaba muy pronto.

Gunborg: Dark Matters
Los jefes del juego no son especialmente difíciles, pero al menos plantean un desafío hasta que identificas sus debilidades. Desafortunadamente, escasean.
Gunborg: Dark MattersGunborg: Dark Matters
Colores neón y armas láser. Gunborg al menos es bonito.
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Controlar a Gunborg es algo sencillo, y el esquema de control está bien pensado en casi todos los sentidos. Digo "casi", porque parece que a alguien, durante el desarrollo, le pareció que era buena idea poner el botón de salto en "L2" (en PS5), lo que reduce drásticamente la precisión de los retos de saltos más complicados. Se tarda demasiado en apretar el gatillo hasta el final para atravesar con eficacia los pasajes llenos de láseres. Por suerte, puedes cambiar los controles y, tras intercambiar "L2" por "X", la cosa mejora considerablemente. Aun así, me habría gustado tener algún movimiento estilo 'dash', podría haber hecho las batallas más interesantes y aportaría variedad el diseño de las plataformas, porque la falta de innovación le acaba pasando factura.

En lo estilístico, Gunborg: Dark Matters tiene cierto encanto, y me gusta cómo Rickard Paulsson, su desarrollador, ha construido un mundo animado sencillo pero interesante, repleto de colores y diseños neón. La banda sonora retrofuturista, completada con sintetizadores, trae a la memoria los arcades de los 80 de una forma extrañamente nostálgica y, junto con unos efectos de sonido bien integrados, crea un paisaje sonoro intrigante que mejora mucho la experiencia. En PlayStation 5, el DualSense vuelve a hacer un trabajo excepcional a la hora de transmitir todo lo que ocurre en pantalla a las palmas de las manos y, ya sea con la sensación de un mandoblazo o la resistencia del gatillo del arma láser, logra meterte de lleno en la situación. Hace maravillas de cara a la inmersión.

Gunborg: Dark Matters
Salvo por un nivel bonus, estos son todos los niveles que hay en el juego.
Gunborg: Dark MattersGunborg: Dark Matters
Rara vez se presenta algo nuevo...

Aunque el concepto básico está ahí, Gunborg: Dark Matters deja mucho que desea en dificultad, duración y variedad. Con 12 míseros niveles, junto con 3 extra, todo pasa tan rápido es que complicado desarrollar su sabor. No obstante, cuando las batallas tienen espacio suficiente, el escudo reflectante puede ser de lo más divertido. Si estuviera en mi mano, habría incluido muchos más enemigos y más combates contra jefes. Tal vez, si cada nivel hubiera tenido su propio jefe, el juego habría resultado más desafiante y habría dado más identidad propia a los niveles. Sin embargo, el estilo visual y la música crean una atmósfera gratificante que quiero ver más veces en otros juegos, pero que no logra elevar a Gunborg: Dark Matters.

05 Gamereactor España
5 / 10
+
Colores neón resultones. Buen uso del DualSense. El escudo es divertido. Genial sensación arcade.
-
Dura menos que un suspiro. Mala curva de dificultad. Falta variedad. Los niveles carecen de identidad. Muy pocos jefes.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Juan A. Fonseca

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