Análisis de Grand Slam Tennis 2

La pregunta no tiene truco. ¿Recuerdas el clásico arcade que usaba dos sticks y una bola con el deporte del tenis como plantilla?

Para su tiempo era brillante, divertido y desafiante. Pero la falta de opciones y modalidades de juego era un problema. Algo que se podía perdonar obviamente, pero para destacar entre las expectativas de las cadenas de venta de hoy en día, un título debe estar más repleto de contenido que los bolsillos de un recogepelotas en plena final de Wimbledon, y ofrecer una fantasía interactiva que sea fiel a la realidad (quitando las raquetas rotas).

Por lo tanto, más y más desarrolladores acogen el control por movimiento, una configuración que no parece a priori tan precisa como la de los mandos tradicionales de palancas y botones. Ahí es donde entra EA Sports.

Grand Slam Tennis 2 se mantiene fiel al principio de los sticks y los botones traseros, dejando el control del tenista y de la raqueta a las dos palancas: así alineas el disparo y decides dónde y cómo devolver la bola. Los botones L y R amplían las opciones con globos y dejadas. Aunque sea de lo más típico, funciona bien y ofrece una buena ración de estrategia.

Teniéndolo en cuenta, es una pena que los rivales no lo tengan tan claro. Empujando hacia delante el stick en el momento oportuno, conecto un golpe algo más fuerte y obligo a mi oponente a echarse atrás. Una vez hecho esto, sólo hay que realizar una dejada. El marcador comienza a sumar juegos a mi favor. Es algo que sigue y sigue, con pocas interrupciones, durante todo el modo carrera del juego.

La dificultad estándar no ofrece el reto que cabría esperar, por lo que la falta de concentración exigida en la pista permite que mi mente comience a fijarse en otras cosas. Los comentaristas repiten las trivialidades en demasiadas ocasiones, los tiempos de carga son demasiado largos y la falta de variedad en la carrera hace que esto sea más una lata que un pasatiempo.

Pero entonces decido subir la dificultad de estándar a profesional. Y, de repente, estoy jugando a un juego completamente nuevo.

El servicio de Venus Williams es tan poderoso que la bola -que habría matado a Serena si le hubiera acertado en la frente- pasa como una bala a 145 km/h y supone su primer ace. El siguiente disparo es similar, por lo que arranca una acalorada batalla, con los puntos de la carrera y, lo que es más importante, el honor, en juego. Ahora debo emplear todo el rango de opciones de control para tener una oportunidad y no caer ante sus pelotazos.

Con este cambio de los acontecimientos y con la precisión como exigencia total, ahora es esencial aprovechar todas las oportunidades que ofrece la carrera para desarrollar al personaje. Para cada partido, paso por unos cuantos desafíos con la sola intención de mejorar mis estadísticas.

Los desafíos son de todo tipo, desde ganar con alguna condición o lanzar globos para aguantar durante diez golpeos hasta que puedas machacar. Participando en estas sesiones de entrenamiento, también adquieres algunos números extra para incrementar, por ejemplo, tu fuerza o resistencia, esenciales para sobrevivir a una final de las de verdad.

Durante esas largas sesiones volví a caer en la cuenta de lo cortitas que son las pistas de comentarios, por lo que desearía que se hubiera invertido algo más de presupuesto en capturar un vocabulario más amplio, en lugar de extender opciones de personalización como las marcas de unas zapatillas que parecen prácticamente iguales.

Entonces, ¿cómo me lo pasé jugando a GST2 y cómo está representado el deporte? En ambos casos, EA Sports ha superado los resultados del Virtua Tennis 4 de SEGA, y no hay duda de qué juego deberías adquirir si te comienza a picar el gusanillo con la cantidad de campeonatos que habrá en el deporte real durante este año.