Análisis de Doom Eternal (Nintendo Switch)

Diciembre pintaba flojo para Nintendo Switch hasta que, a última hora, Bethesda anunció que iba a recibir su versión de Doom Eternal enseguida. Este port se había ido cocinando a fuego lento, sin fecha, hasta el punto de que surgió alguna duda sobre su existencia. Lo que pasaba es que Panic Button, el estudio que se encarga de la adaptación, ha tenido todo el tiempo necesario para volver a hacer su "magia": meterlo en una portátil con la mayor dignidad.

Lo que llega es el juego base tal y como se estrenó en marzo para PC, PS4 y Xbox One; nada más ni nada menos, excepto por la opción de jugarlo en portátil y el control mediante sensores de movimiento. Pero sin el DLC de este otoño, que estará listo más tarde y se pagará por separado, como en las demás. Por tanto, recomendamos leer nuestro análisis de entonces para profundizar en aspectos como diseño de niveles, la nueva trilogía de combates y recargas o su apuesta por la trama.

Como resumen, hay que recordar que Doom Eternal es una evolución sobre Doom (2016) con más cambios en el metajuego de los aparentes, una dimensión más profunda en cada aspecto de la partida (armas, elementos, plataformas, especiales, mapas) y un peso tremendo del sentido del equilibrio. Además, el modo online ha sido repensado por completo y es totalmente distinto al del resto de shooters. Battlemode es un ejemplo ideal, con su propuesta asimétrica y la variedad que aporta jugar como demonio. Es muy divertido y le pega totalmente.

El pilar central de todo Doom so los tiros, y en esta entrega la sensación que transmite es maravillosa. Como siempre, hay que tener los pies siempre en movimiento para evitar los impactos procedentes de todos lados y para ir recogiendo todo lo que van soltando los enemigos. Doomguy tiene más trucos que nunca, como el lanzallamas con el que pegar fuego a quien se cruce por delante para conseguir escudo, al igual que antes tirabas de motosierra para sacar vida. Y con la enorme lista de modificaciones, poco a poco te queda un personaje a tu gusto.

id Software no se ha cortado a la hora de meter muchas secciones de plataformas y habilidad a los mandos, con la intención de aportar un poco de pausa a esos momentos de batalla tan intensos y de animar a buscar secretos. Con tanto salto y los equilibrios en barra sobre el vacío o sobre la lava, también provoca tensión, pero estos fragmentos de los niveles quedan en un segundo plano frente a los de acción.

Desde luego que Doom Eternal es un juego especial y uno de los mejores del año, ¿pero lo sigue siendo en Nintendo Switch? Mira, en formato sobremesa, hasta te puede dar la sensación de que estás jugando en una PS4 o una Xbox One básica si no te fijas en los detalles, y eso es una pasada. Al poner las dos versiones lado a lado sí que empiezan a brotar las diferencias en calidad de texturas, detalle e incluso intensidad de colores. Pero el aspecto más importante está en la fluidez: mientras que todas las demás van a 60 fotogramas por segundo, esta está capada en 30 fps. Eso sí, estabilísimos, como dejando ver que podría haber subido un poco más.

Aquí va la obviedad del día: si lo que vas buscando es la versión más espectacular visualmente, no es esta. Pero para mi lo que la hace apetecible y muy recomendable es su portabilidad. ¡Te quedas loco al verla! Puede que la resolución caiga por debajo de los 720p y eso la deje aún más sosa, pero es que sigue siendo Doom Eternal corriendo en una portátil con jugabilidad plena. Que un shooter así de ambicioso, uno de los títulos más potentes de 2020, pueda correr aquí es el pequeño milagro de Pannic Button.

El otro punto especial está en los controles. Con botones, lo que ofrece Nintendo Switch es exactamente lo mismo que el resto, con una respuesta de acción impecable tanto con los Joy-Con como con el mando Pro. Lo que es único es manejar la escopeta con el sensor de movimiento, algo que la comunidad adora pero que a mi nunca me ha entusiasmado. Sin embargo, tengo que admitir que responde muy bien y que coges el punto de giro de muñeca super rápido.

Todo ha sido fantástico con estas sesiones de review excepto por un bug que me encontré demoledor. Fue tras pegar un pepinazo al suelo con el lanzacohetes, pues de repente aparecí atascado tras una puerta que antes sí abría, ni siquiera tras morir. Me tocó volver a empezar partida nueva y es un fastidio, aunque por suerte no parece que haya mucha gente sufriendo este error. Lo positivo es que es el único con el que me he topado.

Un recordatorio a quienes os lo estáis pensando. Aunque el DLC Los Dioses Antiguos: Parte Uno aún no esté disponible, llegará, como el segundo. Además, quienes lo compren antes del 22 de diciembre se llevan de regalo Doom 64, regalazo más bien, así como otros descargables como el pack Rip and Tear.

Panic Button ha hecho un trabajo que parecía imposible en algunos momentos y sobre el que hubo muchas dudas. Ha adaptado uno de los shooters más ambiciosos jamás hechos a una máquina minúscula como esta, sin dejar absolutamente nada de contenido fuera y comprometiendo la calidad visual siempre en su punto justo para siga siendo atractivo y la respuesta sea impecable. Doom Eternal para Nintendo Switch es, a su manera, otra bestia y si te haces con él no te vas a arrepentir.