Estamos rodeados de muchas propuestas de juego por streaming diferentes. Sea con Amazon Luna, Google Stadia, PlayStation Now, Xbox Cloud Gaming o incluso la española Nware, las soluciones son cada vez más variadas e interesantes. Además, con los avances que tenemos en conectividad, cada vez ofrecen un servicio más preciso y atractivo.
A pesar de todo, la conexión a internet sigue siendo crucial a la hora de determinar estas experiencias. Afortunadamente, el 5G cada vez va ganando más terreno, ofreciendo velocidades superiores a la fibra doméstica actual en cualquier parte. Algo que para Naoki Yoshida, productor de Final Fantasy XVI y de FFXIV, puede cambiar por completo nuestra forma de jugar.
El hombre clave para Final Fantasy en los últimos años piensa que, con este nuevo tipo de conexión, el juego por streaming se puede igualar al juego local en consola, y eso supone una importante amenaza para estas. "Una vez el 5G se convierta en un estándar global, llegará el momento en el que podamos transmitir imágenes a cualquier dispositivo", explica en declaraciones ofrecidas al Financial Times.
Esto va directo a por el juego en alta definición y la experiencia de usuario. Como bien subraya, con estas conexiones a alta velocidad, "los jugadores pueden disfrutar de experiencias de juegos de alta calidad en cualquier dispositivo sin tener que estar conectados a un hardware de juego o a un monitor o TV". Lo vemos ya, sobre todo con xCloud y su total apuesta por los controles móviles y el juego por stream con títulos del calibre de GTA V, y es a donde nos dirigimos según Yoshida: "Definitivamente, vamos en esa dirección, y no creo que el coronavirus vaya a frenar este cambio".
En el momento en el que los jugadores realmente puedan disfrutar de catálogos como el de PlayStation 5 y/o Xbox Series X|S a través de aplicaciones en sus smartphones, portátiles o smart TV, sin necesidad de gastar un buen dinero en una consola, es más que probable que haya quienes se decanten por eso. Ahora bien, queda por ver cuántos y si conformarán un movimiento tan grande como para abandonar las consolas.