Todo el mundo alguna vez se ha topado con esa molesta situación: quieres cargar el teléfono en casa de un amigo y tienes un terminal con el antiguo puerto micro-USB, uno con USB-C o el puerto Lightning de iPhone y en esa casa no hay nada compatible con tu teléfono. Eso va a ser cosa del pasado, porque la UE ha decidido que todos los países que se vendan en este territorio deben ser USB-C.
Dado que muchos fabricantes de Android ya han dado el salto a este estándar, esto afecta principalmente a Apple, que utiliza el puerto Lightning en sus terminales (aunque también el USB-C en iPad y Mac). De hecho, la firma no está muy contenta, como explica a la BBC:
"Nos sigue preocupando que una normativa estricta que imponga un solo tipo de conector ahogue la innovación en lugar de fomentarla, lo que a su vez perjudicaría a los consumidores en Europa y en todo el mundo."
La normativa, por cierto, no solo se aplica a smartphones:
Con esta ley, la UE estima eliminar una gran cantidad de cables desperdiciados y cargadores, ya que la combinación de ambos genera más de 11.000 toneladas de basura cada año. Entrará en vigor en 2022 y, a partir de ese momento, cada país tendrá hasta 2 años para instaurarla por completo.