Español
Gamereactor
análisis
Horizon Forbidden West

Análisis de Horizon Forbidden West

En su nueva aventura, Aloy comienza a adentrarse en un territorio salvaje y muy peligroso: la nueva generación.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ

Han sido seis meses para Aloy, pero casi cinco años para nosotros. Guerrilla Games dio uno de esos saltos de fe con triple tirabuzón y voltereta que pueden acabar con una clavada espectacular o con una torta estrepitosa. Por suerte para nosotros, Horizon: Zero Dawn logró una más que sólida ejecución que, aun con algunas sombras, permitió a su protagonista caer de pie, dejando una fuerte huella entre los ya 20 millones de personas que le han dado una oportunidad.

Toca sacudirse el polvo de encima, estirar y dar otro salto con el que volver esta Tierra en la que el hombre ha pasado de ser la especie dominante a una que convive con unas Máquinas que, prácticamente, rigen el ciclo vital del planeta. Horizon Forbidden West sale a la venta el 18 de febrero, en PlayStation 4 y en PlayStation 5, y tiene sobre sus hombros mucha responsabilidad por las expectativas que hay depositadas en él: debe consolidar a Guerrilla como referente del género, mantener el estatus de icono de Aloy y abrirse camino como punta de lanza de la nueva generación.

Horizon Forbidden West

Esta secuela se ubica medio año después de los eventos de Zero Dawn. Aloy ha dejado de ser la paria. Es la salvadora. Quienes antes la repudiaban, o dudaban de lo que era capaz, ahora la adoran y la animan, porque todo lo que hizo por el mundo puede quedar en nada y saben que es la única que puede arreglar las cosas. Una plaga ha aparecido y está amenazando a toda la vida del planeta mientras se extiende a velocidad de vértigo. ¿Por qué todo vuelve a correr peligro tan pronto? ¿Quién o qué hay detrás de esto?

Publicidad:

Las preguntas se lanzan al jugador en pocos minutos y las respuestas no tardan mucho en aparecer. Forbidden West no tiene miedo en mostrar sus cartas pronto, aunque se guarda varios ases que permanecen ocultos durante muchas horas. De hecho, parte del nudo del argumento tarda lo suyo en desarrollarse, escondiendo por completo la verdad tras una maraña de conflictos y personajes en el Oeste Prohibido, para acabar pasando del goteo al torrente cuando llegan los últimos compases de juego.

No es algo del todo problemático, porque lo que realmente despierta el interés en la aventura de Aloy es el mundo en el que transcurre toda la acción. La Ungida Nora tiene a sus pies todo un nuevo terreno por explorar, el Oeste Prohibido. Y es la excusa perfecta para que vuelva a mostrar su fuerza y el carácter guerrero que le corre por las venas. Esta secuela hace que tenga más compañeros de los que jamás ha tenido, pero en el fondo sigue siendo alguien que ha tenido que criarse como una paria. Su coraza sigue siendo igual de robusta, aunque en ocasiones puedas ablandarla en las opciones que ofrecen los diálogos.

Horizon Forbidden West

Aun así, no pierde esa esencia de protagonista que se come la pantalla, que sabe el camino a seguir en todo momento y que peleará por él sin importar lo que esto suponga. No tiene tiempo para perderlo en tonterías, el mundo muere, y su premura y fiereza son más necesarias que nunca porque le toca explorar una parte del mundo en la que la violencia es el verbo y la sangre es la tinta de los pactos que se firman. Las nuevas tribus con las que debe tratar están acostumbradas a pelear por sobrevivir, a la hostilidad, y no son nada amigas de los forasteros.

Publicidad:

Porque en el oeste amenaza es doble, o incluso triple. Las Máquinas son más tanto en número, como en variedad y en inteligencia. Sigue sorprendiendo, al igual que en Zero Dawn, el comportamiento único que tiene cada especie y lo bien escogidas que están para dar credibilidad a cada ecosistema. Sea en el desierto, en la montaña o en la costa, cada lugar está habitado por distintos tipos de criaturas con unos patrones de comportamiento muy claros. Estudiarlas es interesante no solo por buscar sus puntos flacos, los elementos que más les duelen o las piezas que más nos interesen. También lo es, por ejemplo, para saber cómo reaccionarán cuando se hiera a varias de ellas, cuando estén en mayoría o arrinconadas.

El trabajo de Guerrilla con la Inteligencia Artificial de estas criaturas es más que elogiable, aunque no podamos decir lo mismo de nuestros aliados humanos. Algunos son unas auténticas máquinas de matar. Otros, en cambio, pueden llegar a comportarse como hormigas esperando a que un Terremamut las aplaste fácilmente.

Horizon Forbidden WestHorizon Forbidden WestHorizon Forbidden West

¿Y los enemigos humanos? Aloy es ahora más diestra en el cuerpo a cuerpo, con una enorme diferencia respecto a Zero Dawn, porque hay más combates contra personas que nunca. Quizá no sean los enemigos más variados, pero sí están diseñados para invitar a usar la lanza y sus nuevos combos, controlar mejor las medias y cortas distancias y explorar esta otra capa del sistema de combate que tanto se echaba en falta en el primer juego. Es una pena que este tipo de enemigos juegue con ventaja, la cámara está tan de su lado que, en los uno contra uno, es imposible no echar de menos el Z-Targeting.

Ante estas nuevas amenazas, se ofrece una protagonista mucho más moldeable. Hay diferentes niveles de rareza y toda una amalgama de estadísticas para una variedad considerable de armas (hacer que el tipo de munición pueda cambiar entre un arco y otro es algo molesto), trampas, objetos y equipamiento. Y, por supuesto, hay muchas nuevas habilidades. El árbol de progresión de Aloy tiene seis ramas que marcan seis formas de jugar distintas (cuerpo a cuerpo, trampas, énfasis en los recursos, sigilo, ataque a distancia o pirateo de máquinas), cada una con un desarrollo bastante profundo y lo suficientemente importante como para exigir el picoteo entre rama y rama.

El problema es que uno puede dejarse llevar por el entusiasmo y volcar demasiados puntos de habilidad en una corriente concreta, descubriendo a las pocas horas que es pasto de un Chasqueador o un Atronador con malas pulgas. Desafortunadamente, no hay opción de reiniciar los puntos invertidos para "reconfigurar" a Aloy. El toque RPG está ahí, pero le falta ese pequeño giro de tuerca para flexibilizar por completo a la protagonista.

Horizon Forbidden WestHorizon Forbidden WestHorizon Forbidden West

La parte positiva es que hay muchas facilidades para subir de nivel y conseguir puntos de habilidad de sobra. Al igual que en Zero Dawn, Forbidden West tiene mucho, pero que mucho, por hacer. Guerrilla ha sembrado todo el mapa de tareas secundarias que sirven para dar entretenimiento mientras te desplazas para avanzar en la historia o por si simplemente tienes ganas de apartarte del drama principal. Es obvio que quieren que el jugador se pierda en su mapa y se deje llevar por el enorme trabajo artístico y técnico que hay detrás de esta entrega, aunque a los mandos lo que más interesa es disfrutar de las recompensas que estas tareas otorgan en forma de puntos de habilidad, equipamiento, recursos o las esquirlas que hacen de moneda.

Pero, por más esfuerzo que hayan volcado en esto, cuesta no sentir que las tareas empiezan a ser repetitivas y que regar un mapa de iconos no es la mejor forma de invitar a la exploración. Con el paso de las horas, Horizon Forbidden West empieza a dejar un regusto artificial, causa la sensación de que la exploración no es algo orgánico, sino algo dictado por el PNJ o el simbolito de turno en el mapa. El estudio no termina de librarse del corsé que aprieta a la mayoría de mundos abiertos actuales, y es una lástima ver cómo algo tan grande y en ocasiones tan majestuoso no se ha aprovechado tanto como podría.

Y la muestra más clara de ello es la mecánica de escalada. Aloy no puede escalar libremente, solo por aquellas paredes preparadas para ello (que puedes detectar con un pulso del Foco, más necesario que nunca en este juego). Guerrilla no ha podido o no ha querido dar ese paso, quizá porque no lo considerara necesario, o quizá porque, si diera total libertad al jugador, este podría romper la estructura del juego.

Horizon Forbidden West

Uno no puede evitar decantarse por esto último, porque en esta entrega hay muchos momentos que combinan rompecabezas con plataformas y no son pocas las ocasiones en las que se te indica con descaro qué debes hacer y cómo debes hacerlo. Es una limitación totalmente premeditada para que sigas el camino marcado y no busques el tuyo propio. Los Calderos son la máxima muestra de ello y, aunque puedan ser un complemento, siguen teniendo problemas muy parecidos a los del primer juego. Es un 'plataformeo' vacío que puede resultar satisfactorio, pero que pierde la sensación de desafío rápidamente por lo fácil que es entender el lenguaje que emplea el juego para indicar el camino a seguir. Una lástima, porque hay momentos muy buenos e ideas la mar de interesantes (como el ascenso a los Cuellilargos para disipar la niebla del mapa).

Que quede constancia, Horizon Forbidden West es tremendamente divertido, de hecho, la agilidad y complejidad de sus combates son algo que te puede hacer pasar más horas de las que quieras reconocer aniquilando Máquinas. Situaciones aparentemente fáciles se pueden torcer repentinamente al captar la atención de una amenaza mayor, obligándote a correr, a poner trampas, a piratear (algunas de las nuevas monturas son soberbias), a cambiar de arma y de elemento para desacoplar el arma de un Atronador y causar el caos, o para frenar a unos Demoledores que te pueden dejar frita en segundos con sus descargas eléctricas. Se nota el trabajo volcado aquí, porque el control es finísimo, porque Aloy tiene más herramientas que nunca para pelear (destacando sobre todo las nuevas habilidades especiales, L1+R1, que pueden cambiar por completo las tornas del combate) y por fin se ha integrado un apuntado por movimiento que hemos recibido casi con una fiesta.

Tampoco faltan los detalles. Los poblados están repletos de personajes, puedes cruzarte con personas mientras te mueves por el mundo y, de vez en cuando se pueden escuchar conversaciones interesantes que están ahí solo para quienes se quieren tomar las cosas con un poco más de calma y se detienen a observar. Además, hay toneladas de información para los que disfrutan explorando el 'lore' de Horizon. Existen archivos y documentos a mansalva esperando a ser escaneados con el Foco, algunos de ellos escondido en ruinas que contrastan por las buenas ideas de algunas y la burda sencillez de otras.

Horizon Forbidden WestHorizon Forbidden West

E insistimos, luce sensacionalmente bien. Guerrilla sigue teniendo un problema con las secuencias de corte y algunos diálogos, con unas animaciones muy bien elaboradas que chocan con otras que resultan incluso incómodas y con unos cambios de planos totalmente inexplicables. Son pequeñas manchas en algo casi impecable, que llena la pantalla de color, de vida. Para este análisis, hemos jugado en la versión de PlayStation 5 en modo calidad, a resolución 4K. La fluidez de los 60 fotogramas por segundo está disponible en el modo Rendimiento, pero creednos cuando os decimos que vale la pena sacrificarla para disfrutar del Oeste Prohibido en todo su esplendor. Nunca antes habíamos visto tal despliegue, ni una naturaleza tan salvaje en nuestras pantallas.

Aunque hay que dar un pequeño tirón de orejas respecto al apartado técnico. Aun con el parche de lanzamiento, el popping sigue presente en el juego, al igual que los problemas con la carga de ciertos elementos. Esperamos algún parche más en breve que solucione esto, y deseamos que de paso potencie la vibración háptica y la resistencia de los gatillos en el DualSense. Se aprovecha muchísimo el altavoz del mando y sus características estrella están ahí, pero no se aprovechan tanto como podría, a pesar de tener pequeños destellos de brillantez (colocaos cerca de una hoguera con Aloy y girad la cámara lentamente para entenderlo).

Horizon Forbidden West

Puede parecer que somos demasiado exigentes con Horizon Forbidden West, pero sabemos que la fórmula puede dar más de sí, aunque nos lo hemos pasado genial en la piel de Aloy y hemos disfrutado como auténticos enanos con algunos de sus paisajes, con los tensos momentos que provocan las Máquinas, y con varias secuencias de lo más hollywoodienses. Llegamos al Oeste Prohibido esperando una experiencia que demostrara que la nueva generación está aquí. Y sí, luce de escándalo en pantallas 4K. La dirección artística sigue siendo magistral. El nivel de detalle es enfermizo. La flora y la naturaleza protagonizan unas estampas dignas de postal.

Pero eso no es suficiente, porque hay buenas ideas y pasos en la buena dirección, hay ambición por escribir una fórmula que vaya mucho más allá a nivel de mecánicas y de experiencia de juego. El problema es que, en el fondo, todo lo que pone sobre la mesa esta entrega sigue siendo la envoltura de un esqueleto que se construyó en 2017 y al que, por más nuevas y más bonitas capas que se le añadan, lo que realmente le hace falta es dar paso a esa evolución que roza, pero no logra abrazar.

Y ahí está el quid de todo. Horizon Forbidden West es un juego casi sobresaliente, es muy divertido y es una experiencia que recomendamos a cualquiera con una PS5 o PS4. Es todo un espectáculo audiovisual. Sin embargo, es muy continuista. Sí, si algo funciona, no hay por qué cambiarlo, aunque Aloy tiene potencial más que suficiente para ir más allá y Guerrilla es capaz de hacerlo. Este es el camino, pero hay que ser más valiente y quitarse las viejas alforjas de encima para alcanzar la excelencia.

Horizon Forbidden West
Horizon Forbidden WestHorizon Forbidden WestHorizon Forbidden West
Horizon Forbidden WestHorizon Forbidden WestHorizon Forbidden West
08 Gamereactor España
8 / 10
+
El sistema de combate es endiabladamente divertido. Tiene un nivel de detalle que a veces roza lo enfermizo. Aloy sigue siendo una protagonista totalmente magnética. Es soberbio en lo visual.
-
Algunas animaciones y secuencias necesitan otra vuelta. Bastantes misiones secundarias sosas. Invita a una exploración poco orgánica.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

Contenido relacionado

0
Horizon Forbidden West - Burning ShoresScore

Horizon Forbidden West - Burning Shores

ANÁLISIS. Autor: Eirik Hyldbakk Furu

La historia de Aloy luce mejor que nunca y mejora algunos aspectos del juego base, pero sigue careciendo de ese algo especial que impide que desaparezca entre las sombras de los próximos juegos.

0
Horizon Forbidden WestScore

Horizon Forbidden West

ANÁLISIS. Autor: Juan A. Fonseca

En su nueva aventura, Aloy comienza a adentrarse en un territorio salvaje y muy peligroso: la nueva generación.



Cargando más contenido