Impresiones de Resident Evil Village

Ayer fue un día grande para Resident Evil Village con el lanzamiento en exclusiva de su demo para consolas PlayStation. Una toma de contacto que Capcom quiso aderezar ofreciéndonos una hora de gameplay en vídeo para adelantar lo que nos espera en la demo del Castillo, así como en otros lugares previos a este. Con todo este contenido al que hincarle el diente, hemos condensado nuestras sensaciones de los 60 minutos que nos han dado para acercarnos a este título de terror y, aparte de ser realmente inquietante, esta entrega de la querida serie apunta a llegar muy lejos.

Ubicada en un asentamiento del Este de Europa, Village trae de vuelta a Ethan Winters (protagonista de Resident Evil 7: Biohazard) a un mundo de monstruos y hombres. Tras un encuentro bastante desagradable con otro viejo conocido de Resident Evil, Chris Redfield, en el que la hija de Ethan, Rose, es secuestrada, a Winters no le queda otra más que adentrarse en la Aldea con la esperanza de encontrarla y rescatarla. Cuando llega a esta tierra dejada de la mano de Dios, descubre que no es lo que parece, ya que unas terribles bestias están poniendo en peligro la vida de los habitantes, que están sobreviviendo a duras penas.

Resident Evil Village parece tener un mapa bastante grande, que se reparte por un montón de lugares impresionantes como el propio pueblo o el imponente Castillo Dimitrescu, habitado por una enorme mujer de renombre y sus hijas. Aunque no es un mundo abierto, Village parece ofrecer más opciones de exploración que otros Resident Evil y, aunque el duro camino de Winters es bastante lineal, sí que va a dar la opción de tantear algunos caminos alternativos de tanto en cuando. Mientras intenta encontrar a Rose y descubrir qué ha hecho que todo este lugar se haya vuelto tan hostil, Ethan tendrá que atravesar muchos sitios esquivando a toda clase de monstruos salvajes que solo quieren matarlo. Aunque no está desprovisto de equipo para plantar cara, de hecho, a base de explorar y rapiñar, Winters puede adquirir nuevas armas y herramientas con las que protegerse.

Desde escopetas hasta rifles de precisión, pasando por cuchillos y/o pistolas, Winters puede defenderse de los numerosos y despiadados enemigos que tienen en la aldea su hogar. Hay unos cuantos tipos de enemigos a los que matar, los Lycans (una especie de hombres lobo zombis) son los más presentes, pero también hay otros que van a ser más que un desafío, como por ejemplo las hijas de Dimitrescu (mujeres espeluznantes que pueden transformarse en enjambres de insectos). Luego, al más puro estilo Resident Evil, también encontramos unos acechadores que apuntan a ser una preocupación importante. Lady Dimitrescu, la mujer que hemos mencionado antes, es probablemente uno de esos enemigos. Y sí, va a perseguir a Winters por el Castillo Dimitrescu con la intención de cortarlo en pedacitos con sus enormes garras. Pero, para empeorar las cosas, también parece que habrá otros enemigos bastante notables, incluyendo un Lycan gigante con un martillo y el hermano de Dimitrescu, Heisenberg. Ambos también parecen buenos candidatos para hacer de acechadores y perseguirnos, sobre todo porque Dimitrescu no parece por la labor a la hora de salir del castillo.

El combate en Resident Evil Village parece el típico de un survival horror. Winters puede defenderse, pero la mejor opción siempre es correr. Para reforzar esto, se ha añadido la opción de mover ciertos objetos para bloquear puertas, aunque eso no significa que los enemigos no puedan buscar otras formas de llegar a Winters. Como siempre, el mejor plan de acción es estar siempre alerta y luchar solo cuando sea absolutamente necesario, porque la munición no es que sobre precisamente.

Para añadir algo de variedad a las mecánicas de juego, Village también cuenta con un buen repertorio de puzles a resolver para llegar a nuevas localizaciones. Cosas como adquirir sellos para abrir una puerta (como pasa en la demo Aldea, que podéis ver aquí al completo) o incluso encontrar un puñado de máscaras y colocarlas en las estatuas adecuadas. La cuestión es que esquivar y luchar contra enemigos es solo una parte de todo lo que quiere ofrecer este survival horror.

Resident Evil Village también tiene un sistema de creación de objetos y un inventario renovado (muy inspirado en otros Resident Evil) que permite gestionar todo lo que llevas en tu viaje. El 'crafteo' es tan simple como adquirir los materiales necesarios destruyendo contenedores y otros recipientes con los que te topes por ahí, para después mezclarlo todo usando recetas. El sistema de inventario renovado te permite modificar y optimizar la ubicación de los objetos como si fuera una partida de Tetris, por lo que la gestión del espacio es clave para poder llevar todo el equipo y objetos posibles. Luego está la tienda de Duke. A lo largo de la partida, consigues dinero saqueando y matando Lycans, cosa que luego puedes invertir en la tienda de este personaje, generalmente en habitaciones y zonas seguras. En ella, puedes comprar medicina, munición y mejoras de arma, entre otras cosas, lo que te permite sobrevivir con algo más de facilidad en el duro mundo de Village.

Por lo que hemos visto y jugado, Resident Evil Village apunta no solo a tener una narrativa tan misteriosa como apasionante, sino que también luce genial y se juega realmente bien. Nuestra experiencia con el título hasta ahora ha sido con PlayStation 5, pero, tal y como está actualmente, parece perfectamente ajustado y con algunos de los mejores gráficos que hemos visto en un Resident Evil, cosa que esperábamos siendo el primero que se estrena en esta nueva generación. Después de ver todo este material y jugar la primera demo, RE Village sigue cumpliendo nuestras expectativas y se mantiene entre nuestros favoritos como uno de los grandes juegos del año. Tanto si eres fan del género, como si no, apunta su nombre, porque este parece uno de esos juegos que no te puedes perder.