Impresiones Rollerdrome: una gran combinación de estilo, patines y disparos

Si echamos la vista atrás, todos relacionamos los monopatines con el desarrollador Roll7, principalmente por su gran serie OlliOlli, pero tras el lanzamiento de la obra más reciente de esa misma serie (OlliOlli World), el equipo está tratando de expandir horizontes con una nueva IP. Para aquellos fans que les gusta la dinámica de los juegos de patinaje de Roll7 se alegrarán al descubrir que este título sigue esa misma línea y mismo estilo artístico. ¿Qué de qué hablo? De su nueva propuesta que se lanzará en agosto y a la que he tenido la suerte de jugar: Rollerdrome.

A diferencia del mundo de colores de OlliOlli, Rollerdrome presenta una temática para adultos y más despiadada. Este videojuego gira en torno al Rollerdrome, un deporte futurista y sanguinario donde los participantes deberán darlo todo con sus patines en la arena de combate mientras hacen trucos y abaten a tiros y a cámara lenta a sus asaltantes, como si de una simulación de Matrix se tratase. Es una experiencia única que combina a la perfección diversión y desafío.

Este título se divide en varios niveles que se representan como las diferentes etapas del torneo Rollerdrome 2030: comenzarás con rondas clasificatorias con las que irás progresando hasta llegar a la final, donde conseguirás un premio y el título de campeón. Lo divertido es que el juego se va complicando a medida que avanzas, con más enemigos que intentarán evitar por todos los medios que sobrevivas y que mantengas tu multiplicador de trucos.

Y esto me lleva a cómo funciona la jugabilidad, porque no sólo tienes que acabar con las hordas de enemigos que pueblan cada nivel, disparándoles con una selección de armas de fuego (pistolas dobles, escopeta, lanzagranadas), sino que también tienes que hacer trucos. Esto no es meramente por estilo -aunque es bastante guay- sino un método para conseguir munición, ya que la única forma de conseguirla es dando vueltas, girando y yendo al límite en cada nivel. Los enemigos dejan caer la salud, que la necesitarás para mantenerte con vida, pero nada más. De primera, te puede parecer que los controles y el modo de juego sean complicados, pero Rollerdrome se las ha arreglado para ofrecer un sistema intuitivo y sencillo de utilizar, gracias a que el movimiento y la puntería están hechos a medida para ti. ¿Cómo? Te bastará con manejar los botones, mover los sticks analógicos y apretar los gatillos para orientarte, saltar, hacer trucos y disparar.

En general la partida es muy divertida y completa no solo gracias a los controles, sino por el diseño de los niveles (que ofrece varios niveles únicos ambientados en diferentes lugares) y sus objetivos secundarios. Al principio del nivel te dan una lista de control (que no es precisamente la forma más atractiva de presentar los objetivos secundarios), pero la naturaleza de cada reto y cómo te explican que juegues o hagas algo que posiblemente no harías por tu cuenta (como eliminar a enemigos mientras haces un truco específico) hace que el ritmo te enganche - aunque a veces sean bastante sencillos de superar.

Aunque ya lo he mencionado, merece la pena recalcar a qué me refiero cuando hablo de la variedad de los contrincantes. El nivel de los enemigos va desde rivales que empuñan bates para golpearte mientras patinas, pasando por otros con escudo y lanzacohetes, hasta francotiradores rastreadores que infligen un daño masivo. Para enfrentarte a ellos necesitarás seleccionar un arma de tu arsenal que se adapte a cada situación, ya que una pistola doble no te servirá de mucho contra un alguien con escudo antidisturbios, así como elegir una escopeta no sería la mejor opción contra un francotirador (a no ser que puedas acortar la distancia con él). Del mismo modo que no te hará falta apuntar mucho, tampoco al enemigo, ya que podrán rastrearte y se dirigirán a ti, momento en el que tendrás que mostrar tu valía para esquivarlos en el momento exacto para evitar daños.

Aunque el concepto de Rollerdrome es entretenido y emocionante, la narrativa me ha decepcionado un poco. El juego no presenta una historia clara y se han conformado con incorporar algunas líneas introductorias, y lo demás lo tienes que descubrir por tu cuenta a medida que avanza el juego. Ni que decir tiene que no hace mucho tampoco por crear interés en el propio deporte, sus orígenes, la historia del protagonista, etc.

Pero eso no quita brillo a las decisiones artísticas: un estilo inspirado en los cómics y con sombreado plano que ha hecho que esta propuesta tenga un aspecto bonito y atractivo a la hora de jugarlo. Si a esto añadimos la banda sonora, conseguimos una experiencia totalmente emocionante.

En este momento, no es fácil decir exactamente cómo se mantendrá Rollerdrome tras su lanzamiento y si la falta de narrativa y la triste forma de presentar los objetivos secundarios le pasarán una mala pasada. Lo que sí sé es que, tal y como está hoy, parece que Roll7 lo ha logrado de nuevo, creando otro título increíblemente divertido de jugar.