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The Haunting of Hill House

La Maldición de Bly Manor (Netflix)

Parece que los miembros del reparto de Hill House no pueden huir de lo sobrenatural.

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La secuela del sorprendente éxito de 2018, la famosa serie de terror La Maldición de Hill House, ya está disponible en Netflix desde el 9 de octubre. Sin embargo, ¿está a la altura de su predecesora? Sin irnos por las ramas ni destripar nada, aquí os dejamos nuestra opinión recién visualizada.

El final de la historia de Hill House fue casi perfecto, lo que puede hacer que el hecho de rodar una secuela esté un tanto injustificado. No obstante, aunque La Maldición de Bly Manor comparta parcialmente con su predecesora el título, reparto y creador, Mike Flanagan, Bly Manor no es una continuación. Dicho de otra manera, Bly Manor cuenta con una narrativa totalmente nueva y no tiene nada en común con la serie anterior, a excepción de los elementos relacionados con la producción que hemos nombrado más arriba, lo que convierte a La Maldición de en una antología. Sin embargo, aunque Bly Manor sea independiente, es un tanto difícil no compararla con su predecesora, e incluso puede ser que compararlas sea lo que haga más fácil el hecho de analizarla y presentársela a los fans de Hill House.

Su creador, Mike Flanagan, goza de renombre dentro del género y solamente se dedica a rodar películas o series de terror, algo que se nota en Bly Manor. Como ya se pudo ver en Hill House, Flanagan se sabe al dedillo todos y cada uno de los típicos clichés, temas y tradiciones y el cómo introducirlos de la mejor manera para mantener al espectador enganchado, dándoles un toque novedoso. Encontrar el equilibrio perfecto para homenajear a los clásicos sin crear algo completamente vulgar y corriente no es una tarea fácil, pero en Hill House dieron casi con la tecla.

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Aunque por fuera la serie ofrezca la impresión de ser la típica serie de terror, el estilo narrativo se siente novedoso y la manera en la que los episodios se van centrando en un miembro diferente de la familia hace que la experiencia sea única y original. Por desgracia, esto no ocurre en Bly Manor. Los clichés siguen ahí y aparecen hasta tal punto que uno podría ganar una partida al "bingo del terror". ¿Hay muñecas embrujadas? Sí. ¿Aparecen niños de aspecto terrorífico? Claro. ¿La protagonista entra en una habitación donde se le había dicho que no entrase ni por asomo? Sí, no iba a ser menos. ¿Lleva puesto un camisón? Hombre, por supuesto que lo lleva... y... ¡BINGO! A veces se hace difícil no gritarle a la pantalla por la frustración que te crea el ver a los personajes actuar totalmente sin ton ni son. Aunque no llegue al nivel de Scary Movie, no se queda muy lejos.

The Haunting of Hill House
Photo: IMDb

Como ya hemos dicho, los miembros del reparto de Hill House están de vuelta, una buena noticia, más que nada. Al igual que en otras antologías, como American Horror Story, esto implica que la mayoría de caras nos resulten familiares, lo que hace mucho más fácil empatizar incluso con los personajes menos desarrollados. Sin embargo, esto les ha salido por la culata, ya que respecto al desarrollo de personajes no hay mucho que comentar, e incluso la mayoría no les pones cara hasta el mismísimo final. La serie consta de 9 capítulos y recicla la estructura de Hill House, lo que les permite a algunos personajes tener todo un episodio para ellos centrado en su trasfondo. Estos episodios aislados constan normalmente de un único flashback dividido en trozos y repartido a lo largo de sus 50 minutos de duración.

Lamentablemente, que solo le dediquen un capítulo, no importa cuánto metan en este, no le puede hacer frente a un buen desarrollo del arco del personaje llevado a cabo poco a poco a lo largo de la serie. Esto tiene como consecuencia que todos los personajes se vean completamente caricaturizados y superficiales. Nos costaría mucho trabajo describirlos con más de un adjetivo y a lo que se dedican; Rahul Kohli es un chef educado, Victoria Pedretti es una niñera traumatizada, T'Nia Miller es una institutriz que también es educada, etc., etc.

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Solo unos cuantos de entre los diez personajes principales tienen algo especial, ya que el resto se limita a seguir un monólogo forzado, donde se centran en contarle al espectador sus traumas pasados y en justificar sus imperfecciones, por lo que os podemos asegurar que sí, es tan soso como parece, ya que ni siquiera los monólogos gozan de una correcta redacción. Mientras que la serie anterior giraba en torno a una familia, esta vez lo hace en torno a un elenco de personajes sin ningún motivo aparente para quedarse o ni tan siquiera para caerse bien entre ellos, pero, por alguna extraña razón, (alguno dirá que, para que la serie pueda existir) lo hacen. Súmale a todo esto unos vínculos y decisiones que carecen de sentido, junto con una trama que les viene que ni pintada, y tendrás la receta de La Maldición de Bly Manor. Un buen ejemplo de todo esto se da cuando dos personajes principales se enamoran mágicamente después de haber pasado juntos en una habitación la gran suma de 5 minutos, algo que resulta un tanto extraño y demasiado forzado.

El reparto cumple respecto a la interpretación, aunque creo que algo que la mayoría de nosotros podríamos vivir sin aquello de fingir los acentos. No me entra en la cabeza por qué se le pide a una actriz tan competente como Victoria Pedretti que fuerce un acento tan de pueblo y por qué a otros miembros del reparto que son de Estados Unidos se les hace imitar el acento británico. Sería mucho más fácil retocar algunas partes del guion o redistribuir los papeles para que un actor estadounidense no tenga que interpretar el papel de un personaje inglés. Yéndonos a un dato un tanto más positivo, cabe señalar que el presupuesto del que disponen esta vez es notablemente mayor que el de la serie anterior, por lo que han podido cambiar las horrendas lentillas de colores por efectos especiales CGI en condiciones. Al menos sabemos que han empleado bien el dinero que tenían guardado para los entrenadores de dialectos.

The Haunting of Hill House
Photo: IMDb

Bly Manor comienza con un ritmo lento que poco a poco va incrementando hasta echar el telón bajo una presión abrumadora, otra vez. Sin ser muy duros, podemos decir que el tempo de la serie es deficiente y que hay un montón de tiempo muerto donde no pasa absolutamente nada. Está claro que los creadores de la primera temporada gozaron de mucho más tiempo para escribirla, mientras que en esta se les ha presionado para cumplir el plazo de entrega. La historia de Hill House es una firme y elegante telaraña en la que cada hilo está conectado a través de cada capítulo, y, en comparación con la telaraña de Bly Manor, esta última se queda en agua de borrajas. La narrativa carece de estructura en comparación, y los "discretos" giros argumentales que se intentan dar a lo largo de la serie son un tanto chapuceros.

Cada vuelco argumental se puede prever con varios capítulos de antelación, lo que deriva en un relato de baja calidad. Las bases que todo buen giro argumental necesita se deben sentar a propósito y cuidadosamente, ya que un buen giro argumental, de esos que te dejan boquiabierto, se debe ir formando poco a poco, capítulo a capítulo. Para ello, te debe ir dando pistas a lo largo de la serie antes de que ocurra, y, cuando suceda, debe hacer que el espectador perciba todo lo que ya ha visto de una manera distinta. En otras palabras, hace que merezca la pena volver a verte la serie. En Bly Manor ocurre exactamente lo contrario: los giros argumentales y los "secretos" están a flote y se ven venir, careciendo de toda importancia, por lo que te dejan con un mal sabor de boca cuando finalmente ocurren.

La diferencia de calidad que hay entre Hill House y Bly Manor en este tema se puede comparar con la que existe entre los antiguos guiones de M. Night Shyamalan y los nuevos. Se han cargado completamente la sutileza y tanto las moralejas como los tópicos de la serie se repiten constantemente por si acaso no los pillas a la primera.

Toda la trama culmina en el último capítulo, donde la historia de repente decide que ya no quiere ser de terror y pasa a terminar como el típico cuento de hadas empalagoso y romántico. Sin embargo, he de decir que es la primera serie de terror que he visto que pone una canción de Sheryl Crow y deja que todos los personajes tengan, dentro de lo posible, un final más o menos feliz, lo que demuestra que la originalidad puede estar a veces un tanto sobrevalorada.

A diferencia de Hill House, por lo que he visto, no aparece un fantasma en todas las escenas, aunque sí puede ser que haya alguna muñeca diabólica, algún talismán u otro tipo de easter egg que me he perdido. Sea como sea, Bly Manor parece mucho menos pulida y estructurada que su predecesora, dejando muy claro que la historia que Flanagan quería contar ya lo hizo en 2018. Mientras que por una parte yo mismo solía recomendar La Maldición de Hill House a todos los aficionados al miedo y el suspense, no lo haré con La Maldición de Bly Manor, y no por que sea muy mala, sino porque me ha decepcionado lo mediocre que es.

The Haunting of Hill House
Photo: IMDb
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Photo: IMDb
06 Gamereactor España
6 / 10
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Ofrece una buena ración de continuismo y prepara "La Maldición de" para llegar a convertirse en una gran antología de terror.
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Mucho menos pulida y estructurada y, sinceramente, un tanto decepcionante.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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