Loki (Disney +)

Si tu línea temporal no te convence, ¿por qué no darte un paseo por el multiverso? Loki no es el tipo de personaje que se rinde cuando la desolación y la humillación chafan sus planes de grandeza. De hecho, ni siquiera cuando el dios de Asgard se encuentra cara a cara con la muerte, considera dejar de luchar por su sueño: ejercer el derecho que heredó al nacer de reinar con mano de hierro y en todo su esplendor. Sin embargo, tras su huida en Avengers: Endgame, Loki termina en garras de unos técnicos del tiempo que siguen la burocracia a rajatabla. En tal situación, el protagonista no solo identifica una oportunidad para tener el universo en la palma de la mano, sino que ve posible adoptar una nueva perspectiva y cambiar como persona, aunque no precisamente en lo que a actitud se refiere.

La miniserie The Falcon and the Winter Soldier empezó fuerte, pero fue perdiendo calidad a medida que la historia progresaba; por ello, creemos que debemos evitar pecar de optimistas con lo poco que hemos visto de la nueva aventura en solitario de Loki. No obstante, cabe destacar que, en contraposición con el título anterior, el concepto de Loki resulta mucho más divertido y atractivo: la TVA (Time Variance Authority) es una agencia pequeña, pero con mucho poder, que tiene como objetivo asegurarse de que no se alteren las líneas temporales y que no se creen nuevos universos alternativos. Aunque este es el telón de fondo, la serie de Loki ofrece también ciertos toques dignos de un thriller policial sobrenatural que, en ocasiones, permite a su público resolver misterios como, por ejemplo, la desaparición de D. B. Cooper, al mismo tiempo que trata los asoladores desastres naturales que tuvieron lugar a lo largo de los años.

A partir solamente de este concepto, parece que los guionistas han encontrado una perspectiva original y entretenida desde la que profundizar en el personaje de Loki, un villano de Marvel muy querido que, hasta ahora, solo ha aparecido en pantalla durante una hora y 17 minutos en el universo cinematográfico de Marvel. Además, una visita a su niñez en Asgard parece estar también sobre la mesa. No queremos desvelar mucho de la trama, pero sí queremos compartir que, en esta serie, Loki encuentra un nuevo propósito en la TVA: mientras la agencia busca a un sujeto que supone un mayor peligro para las líneas temporales que el propio protagonista, el dios narcisista por excelencia se pierde en un viaje por el tiempo y el espacio, lo cual, como es de esperar, tiene importantes consecuencias en la línea temporal principal.

En esta entrega, veremos a Owen Wilson en el papel de Morbius, un burócrata con mucha paciencia que hace tanto de poli bueno como de poli malo y al que la esencia de Loki le fascina tanto como al propio villano. Wilson se muestra tan encantador como siempre y resulta fascinante ver al cómico fuera de su zona de confort, incluso a pesar de que el papel en sí no tenga demasiada relevancia. Wunmi Mosaku y Gugu Mbatha-Raw son otros de los fichajes prometedores de la serie; sin embargo, la estrella es sin duda el carismático y predilecto Tom Hiddleston. En esta entrega, Loki, que últimamente ha tomado un rumbo más cómico que su hermano Thor, busca un lavado de cara, por lo que la mayor parte del episodio piloto se centra en redefinir la identidad del personaje. ¿Cómo es el hombre que se esconde tras esa apariencia que le otorga el poder, el cual Loki asegura que se trata de su verdadero ser? ¿Cómo es Loki cuando su hermano no le ignora? Aunque nunca nos ha gustado mucho la dirección que ha tomado el villano en las películas, nos encanta la idea de que Loki sea el antihéroe y antagonista de su propia historia; lo cual, creemos, tiene mucho potencial.

Los aspectos menos positivos de esta entrega son la longitud y el ritmo de los episodios, puesto que esta serie de ficción no cuenta con la profundidad suficiente para mantener al público entretenido durante 50 minutos. Este es el motivo por el que muchas partes se hayan alargado más de lo necesario. No obstante, los primeros dos episodios, que vienen cargados de diálogos, dan mucho de qué hablar, pues se centran, sobre todo, en el protagonista y en la curiosa premisa de la serie. De cualquier manera, debemos tener en cuenta que estas creaciones de Marvel, muchas veces, empiezan bien, pero acaban dando pasos en falso, como en el caso de WandaVision, o se hunden completamente, como le pasó a Falcon y el Soldado de Invierno. Resulta ya común, pues, que se pierda mucho potencial. ¿Será Loki capaz de romper con la estructura de televisión tan típica de Marvel? ¿Se deshará esta entrega del drama sobrio que caracteriza sus otras obras para, así, explorar y centrarse de lleno en las líneas temporales? Puede que sí, puede que no.

Desde un punto de vista cinematográfico, la franquicia de Marvel se encuentra en un extraño vacío, en el que aún no se ha materializado un interés por la siguiente gran apuesta de la compañía y en el que, de momento, se permite que las pequeñas historias en formato televisivo rellenen los huecos hasta que llegue la siguiente fase; unas historias que, por cierto, no siempre han estado a la altura de las películas. Este hecho es incluso más obvio ahora que Marvel busca crear una nueva generación de héroes, experimentar con los formatos y, al mismo tiempo, presentar el concepto del multiverso a quien recauda la pasta en el cine. La pregunta es, pues, si Loki logrará funcionar como puente entre Avengers: Engame y la siguiente fase de Marvel. Por el momento, está aún por ver.