Análisis de Rust - Console Edition

Tres largos años después de su lanzamiento y salida del Acceso Anticipado, Rust ha llegado a consolas. Este exigente juego prácticamente redefinió el género de la supervivencia en mundo abierto e, incluso a estas alturas, es capaz de reunir a decenas de miles de jugadores en Steam. Para ver cómo se compara con su contrapartida en PC, he podido poner la versión de consolas bajo la lupa, aunque me ha decepcionado un poco.

Tras despertar sin ropa junto a un río, tienes que salir a recoger los materiales que hagan falta para sobrevivir al peligroso mundo de Rust. La muerte acecha en cada esquina, ya que tienes que gestionar tus niveles de sed, hambre y salud, pero también protegerte de peligros ambientales como la radiación o el frío. Por supuesto, los otros jugadores también son una amenaza cuando estás explorando el mapeado, así que querrás ir bien equipado y armado para no arriesgarte a que saqueen todo tu inventario.

No hay historia ni objetivos en este juego. En su lugar, tienes que buscarte tú la diversión enfrentándote a los elementos que te rodean, narrativa emergente que lo llaman. Usando materiales básicos como la madera, la roca o las telas, puedes construir tu propio horno a salvo de los horrores del exterior y, a partir de ahí, construir armas y armaduras con las que protegerte mejor. El bucle central de recolección de materiales y construcción de mejor equipo es bastante adictivo, además siempre hay cierta sensación de peligro que resulta incluso atractiva, ya que tu inventario siempre está en juego mientras sales a buscar por ahí.

Mis mayores problemas con Rust provienen de su punitiva naturaleza. No hay ningún tutorial que te ayude a familiarizarte con las mecánicas de juego, y resultaba bastante frustrante perder todo mi inventario cada vez que un jugador desnudo me machacaba con una piedra hasta la muerte. Es algo que puede sonar atractivo para algunos jugadores, dado que no hay ningún tipo de ayuda y eso, a fin de cuentas, es lo más cercano a enfrentarse de verdad a elementos así, pero no puedo decir que me haya gustado. Tuve que acabar en YouTube viendo vídeos para aprender conceptos básicos, y la verdad es que la idea de perder mi progreso infinidad de veces no es lo que yo llamaría diversión precisamente.

Si ya has jugado a Rust en PC, te estarás preguntando qué diferencias hay exactamente entre esta nueva versión del juego para consolas y la original. Bueno, la verdad es que no hay tantas, lo que se puede tomar como algo positivo no negativo. Por el lado bueno, es una adaptación muy fiel al original de PC y se han hecho pocas modificaciones de cara a presentarlo a una nueva audiencia. En el lado negativo, no hay nada demasiado distintivo en esta versión en particular que justifique que los usuarios que ya había den el salto a otra plataforma.

Es interesante que haya juego cruzado entre PS4 y Xbox One, aunque no es posible jugar con usuarios de PC. A pesar de esto, también hay opción para que las consolas busquen servidores repletos de usuarios que sean de la misma plataforma o de la que el jugador guste. Personalmente, creo que es buena idea no combinar usuarios de PC y consolas. En ordenadores, los jugadores tienen una clara ventaja, ya que pueden usar combinaciones de teclas con atajos rápidos y el ratón es un sistema de control mucho más fluido que los sticks analógicos de un mando.

Ahora es cuando tengo que levantar la mano y reconocer que nunca había jugado a Rust en PC, pero puedo asegurar que no he tenido problemas a la hora de manejarme en él usando un mando de Xbox One. Puedes entrar al inventario a través del D-Pad y, como en otros tantos juegos de acción, el botón A sirve para recoger materiales y el gatillo RT para golpear con o disparar tu arma. La interfaz de usuario es muy limpia y se puede navegar por ella con facilidad, incluso en apartados como el menú de 'crafteo', repleto de categorías diferentes de objetos.

Siendo un juego que se estrenó en el Acceso Anticipado de Steam allá por 2013, es comprensible que el apartado visual de Rust esté desfasado respecto a los estándares actuales. Por supuesto, sabía que los desarrolladores no se iban a lanzar a mejorar este aspecto por completo a la hora de adaptarlo a otras plataformas, pero me ha sorprendido lo tosco que se ve cuando se compara con otros lanzamientos más modernos. Viendo imágenes del juego, fácilmente podrías pensar que está funcionando en Xbox 360, falta pulimento a personajes, entornos y texturas. Si el equipo hubiera decidido lanzarlo antes en consolas (quizá en 2018, coincidiendo con su salida del Early Access), quizá la diferencia no sería tan chocante.

Rust Console Edition es una fiel adaptación del juego de PC que mantiene todo lo bueno y lo malo. La interfaz de usuario en consolas es bastante limpia y fácil de navegar, y aprecio que el juego cruzado se haya activado solo para jugadores de PS4 y Xbox One. Aunque como adaptación es buena, su dura naturaleza juega en su contra y puede ser un punto de fricción para muchos jugadores. Por otra parte, en lo visual, resulta demasiado anticuado y su existencia casi es más una curiosidad, ya que llega casi tres años después del lanzamiento de su versión final en PC.