Análisis de Sarawak (Nintendo Switch, PC, móviles)

¿No hay veces en las que te dan ganas de sentarte, relajarte y ponerte algo sencillo para pasar el rato? "Todos" los videojuegos son pasatiempos, pero muchos no cumplen esa premisa, porque no hay quien descanse en medio de una partida a Dominio de Call of Duty. El primer juego de Cowleyfornia Studios, Sarawak, sí encaja en ese perfil, pues es una aventura narrativa de misterio ligera.

La protagonista de esta historia se llama Mia y el nombre del juego viene de una región de Borneo que va a tener que visitar para investigar a impedir que su madre cargue con la culpa de la muerte de un profesor de Oxford, el otro escenario de la partida. Es un relato con mucho misterio que se recorre como una novela interactiva, salpicada por varios puzles que siempre están asociados al texto.

Este diseño y uso del medio consigue que la historia de Sarawak enganche más, pero siempre sin perder la sencillez. El jugador se mete directamente en el papel de Mia y debe ir tomando decisiones sobre la forma en la que afrontar los desafíos y de llevar las conversaciones. Para ganar un poco más de profundidad, va sacando dibujos en los que también se puede rebuscar un poco.

La trama consigue mantener la intriga a lo largo de los capítulos, y aunque todo está pensando para ir encontrando la respuesta a este gran dilema sobre si la mujer es culpable o no, también ha sabido encontrar espacios de oxígeno en historias auxiliares en las que van apareciendo otros personajes menos importantes. Todo este contenido extra que rodea al argumento principal da motivos para no buscar siempre el camino más corto, y eso es muy positivo. Hay veces que profundizas en una rama que sabes que no es la correcta y lo haces a propósito, a ver a dónde lleva y qué aporta al conjunto.

Los puzles son el otro elemento base de las partidas, pero están mucho menos presentes en el gameplay que la interacción narrativa. Hay algunos que complican un poquito la vida, que te confunden a propósito, y otros muy facilitos que te los acabas en un abrir y cerrar de ojos. Lo bueno es que cada uno que te vas encontrando es original, es único, no un reciclaje de algún otro que ya haya aparecido antes. Teniendo en cuenta que Cowleyfornia Studios siempre ha ido con la sencillez por delante, el equilibrio es bastante bueno.

Una de las fortalezas de Sarawak es el impacto visual que consigue tanto por su diseño artístico como por su acabado. Ya hemos visto en otros juegos como Over The Alps lo bien que puede salir aprovechar la imagen de forma correcta para contar la historia en momentos clave. Consigue romper las secciones de lectura más densas, y al trabajar en tándem, te van mandando de un lado a otro para que nunca te llegues a cansar de ninguna de las dos partes. En este otro aspecto, el estudio también ha logrado un balance extraordinario.

Desde el primer minuto, cuando todavía no tienes ni idea de quién es Mia, el juego empieza a tirar de un hilo que te atrapa y te deja expectante hasta que llega el final. No es que sea de esos que te marca y te hace jugar un día tras otro porque esta historia corta y apasionante te la puedes acabar de una sentada. Y lo mejores que es justo así como más satisfecho te deja. Sarawak tiene como para un par de horas de partida, y eso siempre y cuando lo vayas consumiendo despacito. Además de que no hay mucha razón para repasarlo una segunda vez tras descubrir el final. Pero teniendo en cuenta que se trata de un pequeño proyecto de un estudio recién formado e independiente, no es una pega en absoluto, pues esas dos horas son de pura delicia.

No esperes una gran aventura gráfica a lo Telltale Games, la cosa no va por ese camino. De lo que sí va es de ofrecer un espacio ideal para vivir una aventura de misterio que engancha a cualquiera y hacerte partícipe de ella con sus recursos narrativos, visuales, en texto y en puzle. Sarawak son un par de horas de puro placer frente a la pantalla.