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Shin Megami Tensei IV: Apocalypse

Análisis de Shin Megami Tensei IV: Apocalypse

La guerra entre ángeles y demonios se libra en Nintendo 3DS con una aventura de rol sobresaliente.

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No hay ninguna duda de la calidad que suelen atesorar los juegos de Atlus. Sin embargo, no todos han gozado de una buena distribución o unos valores de producción a la altura de lo que se esperaría de estas obras. Los fans de los juegos de rol siempre han encontrado en la serie Shin Megami Tensei un referente del género, pero a la franquicia le cuesta hallar su propio espacio más allá de las fronteras japonesas.

Quizás pensando en esto y en que el enfoque era algo denso para un jugador poco habituado a este tipo de título nació Persona como una subserie que centraba la atención en un grupo de adolescentes y que ha introducido con el tiempo elementos propios de los simuladores sociales. Son dos estilos radicalmente distintos pero ambos bajo el paraguas de una compañía que busca contentar a un público especializado con un universo rico en referencias y con todo tipo de productos transmedia que van desde series de animación a películas.

Cuando analizamos Shin Megami Tensei IV nos encantó su capacidad de entretener al usuario más experimentado, pero el argumento estaba por debajo de las expectativas con personajes planos y nada interesantes. SMT IV: Apocalypse, también para 3DS, parte del juego original como base para dar un buen lavado de cara a la mayoría de sus apartados y elaborar un título ambientado en el mismo universo, pero con una historia completamente nueva con la que corregir aquello que no funcionó en el pasado. Si bien es cierto que en Europa hemos tenido que esperar más de lo deseado tras llegar a principios de año a Japón y más tarde a Norteamérica, lo hace en España con una edición física distribuida por Koch Media, algo inusual en la serie.

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La trama comienza tras los hechos producidos al final del juego anterior. Debido a la confrontación entre dioses y demonios, Tokio se ha convertido en una ciudad en ruinas. Una vez más están de regreso los temas clásicos de la serie como el papel que toma la religión y la lucha por la supervivencia de la humanidad. Ya no controlamos a Flynn, el protagonista de la entrega original, sino a Nanashi (traducido como "sin nombre" en japonés), un chico de quince años que aspira a convertirse en cazador de demonios. Esto es interesante, pues Flynn ahora es visto como un mesías y cambia radicalmente el punto de vista del personaje que encarnamos.

Shin Megami Tensei IV: Apocalypse
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Por supuesto todo gira en torno a la presencia de los demonios que han invadido la ciudad, de forma que habrá que proteger a la población tras la gran masacre que se produjo en el título anterior. Sin entrar en detalles, completar el SMT IV original es necesario para comprender los hechos de este Apocalypse. Tan solo podemos contar que los pocos humanos supervivientes viven en una noche eterna en la que están en medio de una lucha entre ángeles y demonios que provoca una situación tan peligrosa como difícil de afrontar.

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El detonante que desencadena los acontecimientos de la historia es la muerte del protagonista al principio del juego durante una emboscada. Es así como acaba en el más allá pactando con un dios menor que le devuelve la vida a cambio de estar bajo sus órdenes. A partir de este punto el guion se retuerce constantemente ofreciendo sorprendentes giros y en general nos ha dejado con la sensación de que corrige los problemas que presentaba el juego anterior en este aspecto. Es mucho más interesante la relación que Nanashi establece con los nuevos personajes que encuentra en su aventura, así como el ritmo no cae en la monotonía que a veces lastraban a su predecesor. Por supuesto, en un título de más de 50 horas hay momentos de todo tipo, pero la trama sabe crear expectativas y luego resolver con acierto cada situación que plantea.

Las escenas cinematográficas de corte están presentes en puntos clave dosificando con acierto las partes jugables con la historia. En este sentido, el nivel de los diálogos es el que cabe esperar en este tipo de producciones para que realmente exista cierta empatía con sus personajes. De igual forma, podemos ir alternando misiones de la historia principal con tareas opcionales repartidas por los escenarios que alargan de forma exponencial la duración del título. Las hay de todo tipo y por supuesto hay una querencia por aquellas en las que toca hacer de recadero, pero hay tanto por hacer en SMT IV: Apocalypse que nunca se convierte en una obligación o forma artificial de alargar la experiencia.

El sistema de combate por su parte es muy deudor del juego base. Esto significa que como cazador hay que reclutar demonios que lucharán junto a nosotros permitiendo mejorarlos y combinarlos para crear criaturas más poderosas. El número aumenta considerablemente hasta casi los 450 en total y su papel en las batallas es ahora aún más crucial, pues se han añadido afinidades para cada uno que hacen que tengan predisposición por ciertas habilidades específicas. De esta forma, se añade un elemento a tener en cuenta para sacar el máximo partido a cada demonio.

Las diferencias más obvias con SMT IV es que ya no existe un equipo como tal, sino que Nanashi pelea junto a tres demonios que seleccionamos como parte del equipo y asistentes que proporcionan ayuda a través de modificaciones de estado o mejoras concretas en los enfrentamientos. Estos personajes de apoyo actúan al final de cada turno inclinando muchas veces la balanza a nuestro favor. Por otro lado, es posible elegir la dificultad del juego (Skismish, Conflict y War) en cualquier momento si algún jefe se nos complica más de lo debido.

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Para conseguir a un nuevo demonio hay que negociar con él dialogando y eligiendo con cuidado la respuesta, pues cada uno se comporta de una manera concreta e incluso nos harán ciertas peticiones. Las posibilidades han aumentado de forma considerable respecto al juego anterior, a la vez que ahora hay más alternativas entre las que escoger. Esto hace que exista más profundidad a la hora de elaborar los equipos prestando atención a sus afinidades, habilidades o puntos débiles respecto al rival. Todo esto junto al impresionante sistema Press Turn Battle, gracias al cual podemos obtener turnos extras o perderlos según ciertas acciones, dan lugar a combates realmente emocionantes.

Por supuesto el juego no se libra de momentos en los que hay que 'farmear' para subir de nivel en tramos de mayor dificultad. Es algo lógico e incluso necesario en el género para lograr transmitir un sentimiento de evolución de los personajes y cuesta recordar situaciones en las que la curva de nivel sea injusta. Una vez más se recompensa al jugador paciente, al que explora todos los rincones del mapeado y dedica horas a formar un buen equipo de demonios.

En SMT IV: Apocalypse hay cierto esfuerzo por presentar una interfaz más limpia en menús, mapas y en todo lo relacionado con la orientación. Sin embargo, sigue sin ser todo lo intuitivo que debería. En general es más que evidente el reciclaje de un apartado visual muy justo que no saca partido a Nintendo 3DS y cae en las mismas virtudes y errores que la entrega original. Por imposición de la historia muchas de las localizaciones se repiten (aunque con algunos cambios, eso sí) y el modelado de los personajes, aunque más pulido, sigue sin ser nada notable. El efecto 3D sobresale en los combates, pero de igual forma no deja de ser un mero añadido que no afecta a la experiencia.

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La gran suerte que tiene Apocalypse es que cuenta con diseños muy potentes. Los centenares de demonios están bien recreados y casos concretos como el de Medusa y Merkabah se han retocado para la ocasión. La mano del dibujante Kazuma Kaneko está presente en toda la obra y es sinónimo de gran calidad. Hablamos de 450 criaturas diferentes y personajes con una estética tan marcada como carismática que no está al alcance de cualquier artista.

A todo lo que se ve en pantalla ayuda el refuerzo del sonido que como es habitual en la serie es digno de elogiar. La banda sonora tiene melodías pegadizas y el doblaje al inglés es de gran nivel. Habrá quien eche de menos las voces en japonés, pero es innegable el trabajo de localización que hay detrás. Aquí en España llega una vez más con textos en inglés, de forma que hace falta tener un alto conocimiento del idioma para entender la trama, pues como en todo juego de rol hay una ingente cantidad de líneas de diálogo.

Si algo queda claro con SMT IV: Apocalypse es que Shin Megami Tensei es una de las franquicias más importantes del género. Estamos ante una aventura cargada de momentos para el recuerdo, personajes interesantes y un sistema de combate fresco. Sin lugar a dudas se trata de uno de los mejores juegos JRPG del año, convirtiéndose en un título de referencia en la portátil de Nintendo. Hay que advertir, sin embargo, que no es una obra apta para todos los públicos. Atlus sigue ignorando al jugador menos ducho en la materia en pos de reforzar los elementos que sus seguidores más acérrimos demandan con cada nueva entrega. Si eres fan de la franquicia vas a disfrutar como nunca de esta gran guerra entre ángeles y demonios.

09 Gamereactor España
9 / 10
+
Soberbio sistema de combate; una historia a la altura con personajes memorables; corrige los grandes defectos de SMT4.
-
Recicla el apartado visual de su predecesor; solo en inglés.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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