Español
Gamereactor
avances
Splinter Cell: Blacklist

Splinter Cell: Blacklist - impresión multijugador Spies vs. Mercs

Durante nuestra reciente visita al nuevo estudio de Ubisoft en Toronto para conocer Blacklist, pudimos catar el retorno de un favorito.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ

Spies vs. Mercs (Espías contra Mercenarios) se presenta en dos sabores distintos. El primero es Clásico, una versión relativamente inalterada del modo de juego que apareció originalmente en Splinter Cell: Pandora Tomorrow. Fue una faceta muy solicitada por los fans tras su ausencia en Conviction, así que Ubisoft estaba prácticamente obligada. El segundo, Blacklist (Lista Negra) es una variante del original, y aunque cambia poco más allá de la cantidad de gente involucrada, este incremento modifica la sensación del juego de forma dramática.

Ambos son divertidos. Hay potencial en los dos modos para tirarse jugando tardes enteras y provocar intensas rivalidades entre los amigos. Sólo probamos un puñado de partidas en cada modo, sobre un trío de mapas multijugador, pero por ahora este modo tan querido por los fans parece que vuelve en plena forma.

Splinter Cell: Blacklist

Clásico primero, que será el que los amantes de la serie esperarán con más ganas. Aparte de las funciones de personalización (luego las vemos), es casi idéntico al título que muchos han jugado antes. Como nos contaba Gunther Galipot, director de multijugador, "en este no hemos tocado casi nada... para aquellos fans del primer Pandora, de verdad quería garantizar que tuvieran su Spies vs. Mercs de vuelta".

Publicidad:

Los jugadores se emparejan y se enfrentan en batallas increíblemente tensas y tácticas. Los mercenarios son luchadores voluminosos pero letales; jugados en primera persona son formidables, y en muchas ocasiones darán buena cuenta de cualquier espía que se cruce en su camino. Los espías, por su parte, son tan escurridizos como frágiles, pero en cortas distancias son realmente mortíferos y están equipados con una colección de trucos que les ayuda a escabullirse de los problemas. Se juegan en la tercera persona, algo importante porque les permite estudiar sus alrededores mucho mejor. "Sin este tipo de cámara, estarías casi a ciegas, y necesitas adelantarte... si el espía no está preparado, no vivirá mucho tiempo".

Splinter Cell: Blacklist

La premisa básica es simple: los espías deben 'hackear' las tres terminales localizadas en cada mapa, y los mercenarios, detenerles. Ambos equipos se intercambian las clases por turnos, y al final ganan aquellos que, cuando son espías, hayan hackeado más terminales en cada ronda de diez minutos.

Como mercenario, cuentas principalmente con tu linterna y tus armas de fuego. Los espías se aferran a la oscuridad, es su amiguita del alma, y sólo el penetrante rayo de luz de una linterna es suficiente para delatarlos y sacarlos de entre las sombras. Los matones están reaccionando constantemente a las acciones de los espías; tan pronto como atacan a una de las tres consolas se fija un destino y objetivo bien claros. Cuando llegan a una zona que está siendo violada, arranca una cacería, y una vez el espía que activó el acceso ha sido asesinado, comienza una breve cuenta atrás que resetea el reloj al final. Si la pareja del espía que murió puede reactivar el hackeo, la cuenta atrás continua.

Publicidad:
Splinter Cell: BlacklistSplinter Cell: Blacklist

Los espías deben comenzar el hackeo y entonce cubrirse en la oscuridad. Encontrar un lugar astuto para esconderse es esencial, pues si se quedan expuestos las balas de los mercs terminarán pronto con la resistencia. Letales habilidades cuerpo a cuerpo convierten a los espías en agentes temibles cuando se acercan, pero el gran blindaje de los mercenarios equilibra la balanza y la inclina descaradamente cuando toca tiroteo directo.

Una vez comienza un hackeo comienza un juego del gato y el ratón, con los mercenarios intentando desesperadamente detener el ciclo y los espías zafándose sigilosamente hacia la oscuridad, desplegando sus trucos y artimañas mientras procuran salvar el pellejo el tiempo suficiente como para marcar un punto. Los espías deben mantenerse a cierta distancia del hack, lo que quiere decir que sus opciones de ocultación son limitadas. A veces, sentarse y esperar no es una posibilidad.

Splinter Cell: Blacklist

Pudimos probar un par de mapas, y están diseñados con cuidado y muy a propósito. Hay verticalidad en su disposición para que los espías la aprovechen, ofreciéndoles opciones y lugares para moverse, y aunque los mercs no tengan el mismo rango de opciones de movimiento, siempre hay un montón de lugares para buscar y los rayos de luz escanean el techo o los rincones oscuros. Los mercenarios tienen ahora drones explosivos a su disposición, que pueden volar hasta las zonas superiores de los escenarios, pero usar un drone es algo que deja a un merc vulnerable ante los ataques. Varias de nuestras primeras bajas acertadas vinieron de derribar oponentes mientras pilotaban estos dispositivos.

El modo clásico es cosa tensa, pero está bien complementado con Blacklist. En este modo multijugador alternativo cuatro jugadores (en lugar de dos) juegan en el mismo equipo, y la seguridad en la cifra permite que los espías sean mucho más valientes en la batalla. Las partidas son más frenéticas, y es más fácil marcar puntos y capturar objetivos. En principio Lista Negra resulta más accesible, y quizá es inicialmente más divertido, pero Clásico es el protagonista aquí, y no pasa mucho tiempo hasta que sus encantos dejan una buena impresión. Antes de terminar nuestra sesión de prueba nos quedó un rato para echar una última partida. Jugamos a Classic.

Splinter Cell: Blacklist

En lo que ambos modos se diferencian de forma significativa respecto al original es en las opciones de personalización disponibles para el jugador. Hay margen para un gran rango de estilos de juego, y aunque solo pudimos probar unas cuantas pre-configuraciones, la profundidad es evidente. Hay una gran cantidad de opciones -desde habilidades pasivas a gadgets muy útiles- así que tenemos ganas de ponernos con el producto final para confeccionar de verdad nuestra experiencia y mirar hasta dónde llega este juego.

En las partidas que pudimos echar, pronto le cogimos el gusto al preset Intel Scout que permitía escanear la zona y marcar las tropas enemigas para nuestros aliados. También hay un Saboteur (que usa la tecnología para interrumpir el equipamiento enemigo y facilitar los derribos) y un Predator (habilidad de encubrimiento para un mayor sigilo), todo para los espías. Estas configuraciones conducen a los jugadores hacia ciertas formas de afrontar el juego, y fomentan la aproximación en equipo. La variedad hará que tu equipo sea más competitivo, y más adelante, cuando los jugadores estén más picados, es fácil detectar que un buen equilibrado de habilidades con los demás de tu equipo será esencial para intentar ganar hasta la más mínima ventaja en el campo de batalla.

Los fortachones también cuentan con tres configuraciones diferentes. El Peacemaker se suma al Hunter y al Disruptor. Las habilidades que acompañan a cada clase están diseñadas para contrarrestar a las de los espías y promover el juego equilibrado, pero cada clase cuenta con una debilidad expuesta a explotación. Como Galipot explicaba tras la demostración, aún trabajan duro para encontrar un buen equilibrio entre las dos fuerzas: "[los espías] pueden resistir gas venenoso, por ejemplo, si equipan la máscara antigás, o como mercenario puedes evitar que te dejen ciego contando con un visor anti-flash... así podrás crear tu propio estilo de juego... los jugadores pueden impulsar cualquier actividad en el sistema de juego que prefieran".

Splinter Cell: Blacklist

También dejó claro que algunas habilidades no serán efectivas frente a todo el trío de clases: "el Disruptor podrá bloquear la habilidad de encubierto del Predator, por otro lado el Predator podrá acercarse al Peacemaker... El Saboteur podrá derribar el drone. Del mismo modo, al Peacemaker nunca le afectará el Saboteur porque puede inyectar adrenalina, que no es electrónica".

El movimiento en el campo de batalla parece sustancial y con peso, y junto a la impresionante colección tecnológica, el combate multijugador de Splinter Cell: Blacklist resulta ya único ante el resto de la oferta del mercado actual. Los fans del original están siendo bien atendidos. Campaña y co-op están quedando también bastante bien, y podrás leer más sobre esas otras facetas del juego en Gamereactor en las próximas semanas, pero fue Spies vs. Mercs lo que realmente captó nuestra atención en Toronto, y estamos deseando picarnos y echar más partidas con el juego final cuando por fin llegue en agosto.

HQ

Contenido relacionado



Cargando más contenido