The Last of Us: Part II en tres instantes imprescindibles

El primer gameplay de The Last of Us 2, mostrado durante la conferencia de Sony PlayStation del E3 2018, no ha dejado indiferente a casi nadie. Ellie se ha convertido en la protagonista total del juego ante la ausencia de Joel en esta secuencia, pero también por la situación sentimental y de combate que ha salido a escena.

El vídeo es impresionante se mire por donde se mire. Por la dirección y la interpretación, que consiguen transmitir en solo siete minutos una vida de angustia y miseria que los jugadores ya conocen. Por la calidad técnica en todos los sentidos, sobre todo por las animaciones de los personajes en vídeo y en juego, pero también por la iluminación. E incluso por esa coreografía perfecta que nos presentan como gameplay dinámico y orgánico, aunque esto mejor lo dejamos en suspense hasta que podamos comprobarlo por nosotros mismos.

Más allá de lo que se ve, queremos encontrar esos otros detalles que esconde esta nueva exposición, la más significa del próximo The Last of Us.

El beso

Naughty Dog nos ha confirmado la orientación sexual de Ellie, que es lesbiana, como se venía viendo desde el DLC de la primera parte. En los primeros instantes del tráiler aparece en una fiesta que está celebrando un grupo de personas en Jackson, el lugar en el que por fin ha encontrado un hogar. Todos están relajados y alegres, parece que todo va bien, aunque a ella le cuesta esconder ese pesar que tiene en su interior. Solo consigue dejarlo momentáneamente de lado cuando su compañera Dina la saca a bailar. Cuando le acaricia el pelo. Cuando por fin se besan. Y sonríe.

Sin embargo, en la conversación que tuvo lugar un instante antes entre Ellie y Jesse, queda claro que Dina estaba saliendo con él hasta ese momento y ambos coinciden en que la chica no tiene las ideas muy claras. Instantes después, es su amiga la que comienza el beso, la que sorprende a Ellie, hasta que por fin, tras recordar toda esa escena de crueldad y casi de muerte que es el gameplay, consigue relajarse. Es ese momento en el que, ella sí, se entrega. ¿Pero qué es realmente lo que busca Dina en ese acercamiento? ¿Es sincero?

La sangre

Neil Druckmann, director de The Last of Us: Part II, ha dicho en los medio oficiales que un hecho violento destruyó esta pequeña burbuja de paz. El resultado es ese personaje violento "embarcado en un viaje brutal de castigo, alimentado por la necesidad de ajusticia a quienes le han hecho mal, hiriéndola hasta su límite". Naughty Dog no quiere que solo sean secuencias de gameplay unidas para entretener y avanzar por un mapa, quiere que sean parte de la narrativa.

Están construyendo un juego en el que el jugador "sienta su estado físico, emocional y mental expresado a través de cada aspecto del gameplay". Y, en concreto, de tres que se crucen en cada situación de peligro a las que se enfrenta sin dudar: "la desesperación, los recursos y la agilidad única de Ellie". No cabe duda de que todo esto está presenta durante toda la escena, des el mismo momento en el que se atreve a asaltar un campamento enemigo repleto de hombres y mujeres armados y mentalizados para el combate.

La violencia sin límite, esa que tanta polémica provocó en el tráiler de París Games Week, sigue presente. En los otros, capaces de colgar a cualquiera y destriparlo sin piedad, y en ella, moral en cada movimiento, ya sea con un cuchillo, un arco o una pistola. Comparemos su mirada dubitativa mientras conversa con Jesse o al bailar con Dina con ese ceño arrugado propio de la concentración total que muestra mientras se esconde bajo un coche o al apuntar firmemente al líder de este comando rival.

Hay quien ya ha expresado que TLOU2 ha superado todos sus límites aceptables en este aspecto, pero cada vez queda más claro que los guionistas y diseñadores están construyendo un mundo coherente en el que, por desgracias, este es el único encaje que parece quedar para la protagonista. En cierto modo, empieza a recordar a la ceguera autoimpuesta de Rick en The Walking Dead.

La enfermedad

De lo que no tenemos ni rastro todavía es de el Cordyceps unilateralis, el hongo con el que comenzó esta plaga. Tres vídeos y todavía ni un solo zombi, tan solo humanos matándose entre sí. No había ninguno en aquella casa en la que vimos a Ellie tocando la guitarra acompañada de Joel, desaparecido desde entonces pero reconfirmado por el director en las últimas horas. A su alrededor, cadáveres de personas con la carne suficientemente fresca como para darnos a entender que no estaban infectadas. La carnicería entre humanos fue aún mayor en el citado vídeo de París. Y aquí se repite la situación.

Solo hay dos posibilidades a este respecto, que la infección siga y Naughty Dog se esté guardando sus pseudo zombis para una revelación futura o que haya terminado y ya solo queden los que aún no hayan sido abatidos. Da igual cuál sea el camino, porque las palabras de Druckmann solo nos hablan de cómo han progresado las habilidades de los humanos, "más amenazantes y capaces". Es como si nos quisiera decir que los monstruos siempre han estado ahí, incluso antes de que llegara el hongo.

Tres detalles que no debemos pasar por alto sobre Ellie y su entorno para prepararnos para lo que pueda llegar en The Last of Us 2. Si habéis encontrado más detalles, no dudéis en compartirlos con nosotros en la sección de comentarios.