The Witcher 3: Wild Hunt - impresiones E3

No es la primera, ni la segunda vez que vemos The Witcher 3: Wild Hunt en primera persona. La demo del año pasado en el E3 ya nos dejó alucinados, y al volver el otro día al mismo lugar (o al menos se parecía un montón) en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, la expectación estaba por las nubes. En esta ocasión nos han dejado ver una porción de la historia principal, con una demo que sigue donde lo dejó la batalla contra el Grifo enseñada en la conferencia de Microsoft.

La verdad es que tiene que ser muy difícil demostrar la valía de un gigantesco RPG de mundo abierto dentro de los confines de una feria como el E3. Después de todo, no es el tipo de juego que vas a pasarte echando partidas de cuarto de hora. El estudio CD Projekt Red resolvió el dilema comprimiendo lo que probablemente ocupará sobre hora y media de la trama central del juego en una sentada de unos 40 minutos, dejando ver varios aspectos de la personalidad de Geralt, unos cuantos personajes no jugables, un vistazo al panorama general (sin destripar casi nada) y una visión más detallada sobre algunos de los diferentes entornos que atravesarás en Wild Hunt. Es el tipo de demo en la que no sabes si tomar (más) notas, atender al diálogo para no perderte nada o contemplar las escenas. Después de este tipo de sesiones, parece que te has montado a una montaña rusa cuyo viaje jurarías que duró apenas unos minutos, mientras que tu reloj dice algo totalmente distinto.

"¿Cómo haces una demo de cinco minutos de un juego de cien horas? Es una locura", asegura el productor ejecutivo John Mamais. "Por lo tanto, lo que hicimos con el Grifo [durante la demo en directo en la conferencia de Microsoft] fue algo realmente difícil de preparar. Pero tenía sentido hacer una quest de dar caza a un monstruo para ese espacio".

Resulta que un tipo con información relacionada con la Caza Salvaje había puesto un precio a la cabeza de aquel Grifo. Específicamente, su información tiene que ver con cierta chica con el pelo cano como el del Lobo Blanco. Nos contaron que es alguien que viene del pasado de Geralt, y en las secciones de la historia principal que pudimos contemplar presenciamos alguna de sus luchas conforme Geralt le sigue el rastro, al mismo tiempo caminando sobre la delgada línea entre decisiones malas o terribles en el mundo algo deprimente de The Witcher.

"Básicamente [en esta escena] estamos muy al principio de la historia, y has oído hablar de esta chica con el pelo cenizo, y es alguien que conoces de tu pasado", descubre Mamais. "Es una chica que apareció en la saga inicial de libros. Pero en cuanto al juego, aparece durante el primer cuarto".

También nos presentaron Novigrad, la población más grande del juego, y vaya tela de ciudad. Repleta de vida y, según parece, de pasatiempos. Pasamos a toda prisa por sus calles de aspecto medieval quedándonos con algunas de sus mejores vistas, y luego vimos el puerto y unos edificios importantes. Fue un tour de solo cinco minutos, y nuestro guía pareció saltarse todo lo que no fueran observaciones generales. Preguntamos a Mamais qué debemos esperar de esta urbe.

"Algo pasa con algún tipo de lío político", explica el productor del ambiente en Novigrad. "Parece que están llevando a cabo alguna especie de caza de brujas. Habrá algunas mazmorras en las que te tienes que adentrar y explorar... y eso es todo lo que quiero contar por ahora".

Tras visitar Novigrad nos llevaron a una zona empantanada, donde conocimos a las misteriosas "Señoritas de los Bosques" gracias a un Godling. Estas mujeres controlan a una señora mayor, como una especie de sirvienta, y para saber más sobre la chica de pelo cano a la que persigue Geralt, hay que intentar alcanzar un trato con "un mal" que resulta ser un espíritu del bosque. Todo esto conforma una maravillosa escena representativa del mundo, cultura y estilo de The Witcher; un mundo donde no hay que cazar a todos los monstruos, donde se pueden acordar cosas con otros personajes y donde un enemigo puede no ser exactamente lo que parece a primera vista. Son todos los tonos de gris que esperamos de esta tercera entrega (en el buen sentido, no las sombras de E.L. James), y aunque al principio pensábamos que estábamos ayudando a los aldeanos a deshacerse de un peligroso espíritu del bosque, quizá las cosas no sean tan sencillas. En la demo, apostamos por la solución más directa: matar al espíritu del bosque, por mucho que asegurara poco antes que tenía que proteger a un grupo de huérfanos. Cuando le hablamos al anciano de la aldea de eliminar la amenaza y le dijimos que "las señoritas" querían su tributo, se cortó una oreja para que se la entregáramos.

No nos vamos a detener al detalle en los momentos de acción de la partida. Después de todo, pasaban muchas cosas a la vez y basta con decir que está quedando fascinante.

La demo nos dejó una buena idea de las duras decisiones a las que nos enfrentaremos en The Witcher 3: Wild Hunt. En este caso parece que no teníamos opción buena: puede que una ralentizara el avance en la historia principal, mientras que la otra significaba la desaparición de un grupo de huérfanos y un anciano con una oreja menos. Ahora queda por ver cómo afectan estas elecciones a la aventura completa que estamos deseando vivir desde finales de febrero.